El Norfolk County Council de Reino Unido ha seleccionado a Ferrovial, a través de su filial de Construcción, para el diseño y construcción del Norwich Western Link, una autovía de cerca de seis kilómetros ubicada en el condado de Norfolk cuyo valor asciende a 107 millones de libras (equivalentes a más de 125 millones de euros).
En el marco del contrato, la división de Ferrovial comenzará a trabajar con el equipo del condado para desarrollar la fase del diseño de la carretera que se extenderá entre la A47 y la autovía Broadland Northway, según ha explicado este viernes la compañía española.
Entre las tareas que la compañía ejecutará destacan 5,6 km de carretera nueva, un viaducto de 670 metros y otras 6 estructuras diferentes. Está previsto que la construcción de la obra esté finalizada para finales de 2025 con tres años adicionales para mantenimiento del paisajismo.
Norwich Western Link, además de mejorar la conectividad y garantizar unos tiempos de viaje fiables, tendrá un impacto positivo tanto en la seguridad vial como en el medioambiente gracias a la reducción de emisiones de los vehículos.
Ferrovial ha destacado que se trata de una infraestructura "clave para el condado de Norfolk, que aliviará la congestión de las carreteras y dará servicio a la creciente población de la zona".
Reino Unido, un mercado clave
Ferrovial anunció a comienzos de 2020 su Plan Horizon 24 en el que señalaba su foco de crecimiento en el desarrollo de infraestructuras sostenibles con proyectos de alto valor concesional, designado al mercado británico como clave de desarrollo.
Este contrato refuerza la presencia de la compañía en Reino Unido, uno de sus principales mercados por ingresos. Ferrovial Construcción lleva más de 15 años presente en el país y ha construido infraestructuras vitales como la T2 del Aeropuerto de Heathrow, la ampliación de la línea Norte del Metro de Londres y Thames Tideway, que es el mayor proyecto de infraestructura jamás emprendido por la industria del agua en Reino Unido.
También destaca la participación en la construcción de la alta velocidad británica HS2, que unirá ocho de las diez mayores ciudades del país y conectará a 30 millones de personas, o la construcción del Túnel de Silvertown.