Duro Felguera se enfrentó esta mañana a una Junta de Accionistas de alta tensión por las críticas recientes que la compañía había recibido por no informar a todo el capital de sus acuerdos con la SEPI y por su reciente desplome en bolsa.
No obstante, a última hora del martes la compañía recibió un espaldarazo con la noticia de que se extendía el plazo para la entrada de un inversor industrial. La SEPI había supeditado su entrada en el capital de la compañía (con 30 millones de euros) a que entraase un socio financiero a esta compañía antes del 30 de junio.
Una situación que ha impulsado a los accionistas de Duro Felguera a apoyar este miércoles todos los acuerdos, entre los que se incluía la aprobación del rescate de 120 millones de euros de la SEPI.
Ahora este plazo se ha extendido hasta el 30 de septiembre, dando tres meses más para que Duro Felguera encuentre un inversor industrial que aporte la liquidez necesaria para apuntalar el plan financiero de la compañía.
En este sentido, el consejero delegado de Duro Felguera, Jaime Argüelles, ha señalado este miércoles en Gijón que están estudiando la posibilidad de inversión con varios interesados en un proceso "abierto y participativo".
Perfil industrial
Ha asegurado, asimismo, que buscan como inversor un perfil industrial y que aporte sinergias -clientes- a la compañía, para así apalancar el futuro de Duro Felguera, según Argüelles.
Así lo ha indicado durante su discurso en la Junta General de Accionistas de Duro Felguera, que ha dado este miércoles un voto de confianza a los planes de la compañía, que pasan por ser de nuevo relevante regional y nacional, tanto en el mercado habitual como en los nuevos 'nichos' de energía renovables y sistemas inteligentes.
"Les puedo asegurar que Duro Felguera interesa y mucho", se ha mostrado tajante Argüelles. Este ha dibujado, en este sentido, un escenario en el que las contrataciones, que fueron en 2020 de 78 millones de euros, pasen a 400 millones en tres años y a 600 millones en 2025.