Ampliación de El Prat: de generar 83.000 empleos y un impacto del 8,9% del PIB al rechazo de los ambientalistas
El acuerdo es una buena noticia para los empresarios ya que podría generar un importante polo de desarrollo económico.
3 agosto, 2021 02:00Noticias relacionadas
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Este lunes Gobierno y Generalitat cerraron un acuerdo para desbloquear la ampliación de El Prat y una inversión de 1.700 millones de euros propuesta por Aena, lo que permitirá además llevar la alta velocidad ferroviaria a los aeropuertos de Reus (Tarragona) y Girona.
El pacto da luz verde a un proyecto bloqueado por las autoridades catalanas, el Ayuntamiento de Barcelona y grupos ambientalistas. De hecho, Aena advirtió de que si no había acuerdo en septiembre de este año, iba a ser imposible poner en marcha el proyecto.
Estamos hablando del plan estrella del gestor aeroportuario español que busca equiparar a Barcelona a Madrid como hub internacional de transportes generando unas sinergias que lleven a España a convertirse en un eje global de las comunicaciones aéreas. Un megaplan que los empresarios catalanes vienen meses pidiendo que se apruebe.
De hecho, a finales de mayo, 200 entidades catalanas suscribieron un documento a favor de la ampliación del aeropuerto y entre las que se encontraban el Círculo de Economía, la Cambra de Comerç de Barcelona, las patronales Foment del Treball y Pimec o el RACC.
El documento recordó que El Prat es uno de los principales motores de competitividad, ocupación y futuro de Barcelona, Cataluña, España y la Región Euro Mediterránea, y que sus sucesivas ampliaciones han demostrado la importancia de tener un aeropuerto competitivo para disponer de ocupación de calidad, desarrollo industrial, logístico e innovador.
Impacto económico
El proyecto persigue que el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat sea capaz de albergar operaciones de largo radio, que mejoren la conectividad de Catalunya con el continente americano y el asiático, y en poner en marcha iniciativas que potencien la conectividad de los aeropuertos de Reus y Girona-Costa Brava, "de modo que se dote de mayor capacidad del sistema aeroportuario de Catalunya, así como la mejora del sistema ferroviario de cercanía en la zona de los municipios del Delta del Baix Llobregat".
La ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat conllevaría la creación de 83.000 nuevos empleos directos y 364.000 indirectos, según un estudio de Aena y la Universitat de Barcelona (UB). Además, el informe asegura que aumentaría la facturación directa en casi un 100% y la indirecta en un 68%.
El documento estima que en solo tres años –y si el Aeropuerto funciona a pleno rendimiento, con 72 millones de pasajeros–, su contribución al PIB catalán se elevará del actual 6,8% al 8,9%.
Para calcularlo, el estudio toma como referencia el impacto económico que esta infraestructura tuvo en 2018 y calcula cómo evolucionaría si en tres años hubieran finalizado las obras del Plan Director (2.301 millones de euros) y las del Máster Plan Inmobiliario (1.264 millones). De los 2.301 millones del Plan Director, 1.700 millones corresponderían a su "segunda fase", es decir, a la ampliación.
Técnicamente se quiere construir una terminal satélite y alargar en 500 metros la tercera pista para convertir esta infraestructura en un nodo de conexiones intercontinentales con una capacidad de hasta 72 millones de pasajeros anuales, desde los 55 millones que se llegaron a recibir antes de la pandemia.
Impacto medioambiental
No obstante, el plan ha sido duramente resistido por grupos ambientalistas. Ecologistas y agricultores tratan de paralizar la operación por los resultados irreparables que supondría seguir adelante con el plan de ampliación. La construcción de 500 metros adicionales de pavimento afectaría especialmente -aunque no solo- a una parte del Delta de Llobregat: el espacio natural de La Ricarda.
Se trata de una zona que, por su alto valor medioambiental, fue incluida en la Red Natura 2000. Es decir, es un espacio que pertenece a una red de áreas de conservación de la biodiversidad en la Unión Europea, y que, por tanto, está protegida a nivel comunitario por pertenecer a las Zonas Especiales de Conservación (ZEC), que se designan de acuerdo con la directiva de Hábitat; y a las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), conforme a la directiva de Aves.
Una zona que alberga todo un ecosistema de especies vegetales y animales. Además de la laguna, existe todo un espacio natural de pinares y humedales habitado por numerosas especies de aves, peces, reptiles y flora que solo se encuentra en esta área protegida.
Al respecto, Aena ha indicado que el Gobierno y la Generalitat han acordado que el proyecto "mantenga una visión de responsabilidad ética sostenible y garantiza las necesidades y compromisos sociales y ambientales adquiridos por el propio gestor aeroportuario, y que permite alcanzar la capacidad de 90 operaciones hora aprobada en la Declaración de Impacto Ambiental vigente".
"Para ello, se garantizará el modo segregado actual para la operativa de las pistas y se realizará la ampliación de la pista 07R/25L hacia el Este, así como la construcción de un terminal satélite que dé servicio a los vuelos de largo radio que se operarían gracias al alargamiento de la pista".
Comisión Europea
En paralelo, indican que se trabaja desde hace semanas una mesa técnica convocada por la Generalitat de Catalunya, que seguirá en funcionamiento durante el proceso de tramitación del Plan Director del Aeropuerto, que en los próximos dos años concretará el proyecto y las medidas compensatorias que cumplan con el criterio de la Comisión Europea.
En cualquier caso, la Comisión Europea (CE) tendrá la última palabra sobre si la ampliación sale adelante o no, precisamente por su impacto medioambiental.
"Muy exigentes"
Mientras que la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha pedido este martes ser "muy exigentes" con las medidas de compensación medioambiental que se planteen por la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
En una entrevista en Rac1 recogida por Europa Press, Sánchez ha recordado que el proyecto requiere de la aprobación de la Unión Europea, que es "exigente" desde esa perspectiva, y ha asegurado que hay otros ejemplos de aeropuertos europeos que han hecho compatible el crecimiento con el respeto medioambiental.
La ministra, que antes de su nombramiento era alcaldesa de Gavà (Barcelona), una población cercana al aeropuerto, ha asegurado que la ampliación de la infraestructura supondrá la "mínima afectación posible" desde el punto de vista medioambiental.