Fue en 2018 cuando Ferrovial, la compañía presidida por Rafael del Pino, puso a la venta su división de servicios. Una operación que, en un principio, se ofreció de manera global pero que acabó por trocearse. Así, se vendió la australiana Broadspectrum por 303 millones euros. Después, los servicios medioambientales de España y Portugal a PreZero, por 1.133 millones.
Sobre la mesa quedan los servicios en Chile y Estados Unidos. También, el área de atención a infraestructuras en España. Y Amey, la división en Reino Unido que, desde el primer momento, llevó un camino aparte. Entre otras razones, por los problemas surgidos con el ayuntamiento de Birmingham.
Ahora Amey ya tiene ofertas en firme. Y es posible que la operación se cierre antes de fin de año. Así lo han confirmado a EL ESPAÑOL-Invertia diversas fuentes. Las dos que ya están sobre la mesa son las de HIG Capital y Buckthorn. Según Sky News, además de estos dos postores, podría haber “una tercera parte no identificada”.
La oferta de HIG Capital y Buckthorn ronda los 300 millones de libras (unos 347 millones de euros). Eso sí, sin contar las plantas de tratamientos de residuos que Ferrovial tiene en Reino Unido. Esa venta se pospone a 2022 o 2023.
HIG Capital es una firma de private equity que invierte en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Con sede en Miami, tiene más de 20.000 millones de euros de activos bajo su gestión. Su cartera supera el centenar de firmas cuya facturación sobrepasa los 28.000 millones de euros. Por su parte, Buckthorn es una firma de inversiones británica dedicada a negocios que apoyan la integración de energías renovables, o la reducción de emisiones. Pero ¿qué curiosidades encierran?
Un lord acusado
Buckthorn cuenta entre sus socios con lord Colin Moynihan que, en su momento, fue ministro de Deportes con Margaret Thactcher. No es el único. Otro es lord Philip Hammond. Este fue diputado durante más de dos décadas, además de canciller, secretario de Relaciones Exteriores y secretario de Defensa.
Cuando firmó por Buckthorn, una de las cláusulas le prohibía llevar a cabo cualquier trabajo como socio que implicara “brindar asesoramiento a cualquier organización empresarial sobre los términos de una licitación o con respecto a la misma con el trabajo del gobierno del Reino Unido”.
Pues bien. Se le acusó recientemente de usar sus conexiones con el Gobierno para ayudar a OakNort Bank, una empresa británica de tecnología financiera. La prueba era un correo electrónico con Charles Roxburgh, segundo secretario del Tesoro. Finalmente, se estipuló por el organismo competente que no había violado las reglas. Eso sí, calificó la acción como “paso imprudente” e “inaceptable” por parte de lord Hammond.
Por lo que respecta al otro aspirante a Amey, a lo largo de su historia ha tenido varias incursiones en España. Así, en 2018 HIG Capital apostó por una empresa cuyo producto había subido como la espuma. Se trata de la sevillana Puerto de Indias, la firma que logró en cuatro años hacerse con una cuota de mercado del 10% en el mundo de las ginebras con su variedad ‘strawberry’.
Un ‘panal de rica miel’ al que no supieron sustraerse en HIG Capital. Se hicieron con la mayor parte del capital, aunque los fundadores mantuvieron un parte importante del mismo. De esta manera, se daba el empujón a su expansión internacional fundamentada en una amplia red comercial en Europa, Estados Unidos y América Latina, y en la firma de acuerdos estratégicos.
Puerto de Indias no fue la primera ni la única apuesta de HIG Capital por empresas españolas. Otros casos son los de Centros Único, la firma de depilación láser y estética, que también tiene presencia en países como Portugal, Reino Unido, Italia, Alemania o Suiza. O Compañía del Trópico, que integra marcas como Café & Té y Panaria. Royo Group (muebles y electrodomésticos para el baño), Exterior Plus (publicidad exterior) o Tres60, el grupo audiovisual que acabó vendiendo en 2017 a Mediapro, también han sido de su interés.
Que tanto Blackthorne como HIG Capital hayan puesto sus ojos en Amey, la filial de servicios de Ferrovial en Reino Unido, se debe a una serie de factores. Entre ellos, que su cartera, de 7.650 millones de euros, tiene recorrido para seguir creciendo. Entre las labores que desempeña Amey en Reino Unido, están el mantenimiento de infraestructuras, el traslado de presos entre prisiones y juzgados, o la gestión del ciclo del agua.