La producción de hormigón desciende un 7,6% el segundo trimestre de 2022 respecto al mismo periodo del año anterior. Así queda recogido en el último informe trimestral de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP). Con esta caída, el acumulado de 2022 se sitúa en 12,24 millones de metros cúbicos, por tanto, un 3,5% menos.
¿A qué se ha debido este descenso? Dos factores, básicamente: los incrementos de coste en los proyectos de construcción y el gran número de licitaciones desiertas debido a la inflación.
"Muchas empresas han tenido que renunciar a contratos para no suministrar a pérdidas ante los incrementos de las materias primas y de la energía. Ello ha llevado a la paralización de un buen número de proyectos”, explica Carlos Peraita, director general de ANEFHOP.
Mayor caída en la UE
La variación en los precios lo que implica es la necesidad de renegociar proyectos o procesos de licitación, en los que no existe un modelo de ajustes de costes "lo que ha conllevado que proyectos de ejecución no sean viables a los costes inicialmente previstos", según la patronal.
Una incertidumbre actual que comenzó a ralentizar la producción en el primer trimestre del año con la guerra de Ucrania y que parece va a mantenerse el resto del año ante la falta de recursos energéticos y la posible recesión económica. Este comportamiento coincide, además, con los datos publicados por Eurostat, en el que España representa la mayor caída dentro de la Unión Europea.
En el otro lado de la balanza, la producción de cemento, que ha crecido ligeramente: un 1,3%. Esto puede deberse al efecto stock que ha llevado a adelantar la demanda previa a la subida de los para poder amortiguar de forma parcial el impacto al suministrar las obras contratadas a precio fijo.
Con este panorama, las perspectivas para fin de año han cambiado. Ahora se prevé una caída de alrededor del 5%. Y todo con datos positivos como los referentes a la licitación y la progresiva llegada al mercado de los Fondos Europeos, la recuperación turística, o los datos de empleo en la construcción que siguen creciendo. Aun así, existen fuertes amenazas que podrían llegar a ser muy negativas.
“Se ha producido un ajuste a la baja de los datos de producción de hormigón en el último trimestre de forma inesperada ya que, en todo caso, se esperaba más bien para el segundo semestre del año. Además, los datos de cemento indican una bajada también del consumo en el tercer trimestre y la inflación, especialmente en la construcción, se mantienen muy altos. Incluso, las cifras de crecimiento de España para 2022 y 2023 se están ajustando a la baja”, señalan desde ANEFHOP.
De hecho, esta evolución de precios que está frenando el inicio de nuevos proyectos puede derivar en un parón a lo largo de este mes cuando finalicen los proyectos actuales y no se vean sustituidos por otros nuevos.