La Fundación Sacyr ha dado a conocer la empresa ganadora de la duodécima edición de los Premios Sacyr a la Innovación. Y la triunfadora ha sido la firma escocesa KenoteQ con su solución para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que producen los proyectos de edificación. El accésit ha sido para la israelí ITC con su tecnología para impulsar la movilidad sostenible en centros urbanos y reducir la contaminación.
En total, a esta edición de los Premios Sacyr a la Innovación se han presentado 276 ideas procedentes de 34 países. Cifra que supera a las 245 candidaturas de 25 países de la edición anterior.
KenoteQ se ha llevado el galardón gracias a que ha desarrollado el ladrillo más sostenible disponible actualmente en el mercado. Y es así porque está fabricado con más del 90% de residuos reciclados certificados de construcción y demolición. Sus características técnicas son comparables, o superiores, a las de los ladrillos tradicionales tanto por su estructura, como por su resistencia, acústica o vida útil. Además, mejora el aislamiento térmico de los ladrillos tradicionales.
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Además, el proceso productivo no requiere cocción a alta temperatura, cemento virgen ni grandes volúmenes de arcilla, lo que lo hace muy atractivo. “Se trata de una solución que permite reducir de manera considerable las emisiones asociadas a la producción de materiales de construcción en nuestras obras y que, dada su madurez, presenta un alto potencial de poder ser implementada en algunos de nuestros proyectos que se encuentran en fase de diseño o de próxima ejecución”, apuntan desde Sacyr.
KenoteQ, de esta manera, consiguió encaramarse a lo más alto del podio en el ‘Reto GEI Construcción’ cuyo fin es encontrar nuevas soluciones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) durante la fase de ejecución de las obras. Fue secundada por otras dos compañías: Fortera (Estados Unidos) y EH Group (Suiza).
Enfoque hacia la sostenibilidad
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, destacó en su discurso que esta empresa se volcó desde sus orígenes en la innovación técnica para la óptima ejecución de las obras: “Ahora la innovación la hemos extendido a todas las personas dentro de la compañía y nos hemos rodeado de agentes innovadores externos. Con la innovación somos capaces de responder mejor a nuestros clientes y sus necesidades de presente y futuro, cada vez más enfocada a la sostenibilidad”.
El accésit fue para la israelí ITC gracias a su herramienta de gestión y control inteligente de tráfico. Se trata de una plataforma basada en algoritmos de computer vision y aprendizaje automático para predecir los patrones del tráfico en tiempo real y evitar los atascos antes de que comiencen.
De esta manera, permite la gestión con modelos predictivos de las intersecciones y actuar sobre ellas de manera preventiva. Se trata de un producto con un componente tecnológico muy alto, que permite con una infraestructura mínima impulsar la movilidad sostenible en centros urbanos.
Por todo esto, la solución reduce la contaminación, gracias a la menor congestión del tráfico, y mejora la experiencia de conducción. ITC responde con su solución al ‘Reto de Movilidad Urbana’ de Sacyr iChallenges, en el que fueron finalistas Spot Parking (Australia) y Parabol (Turquía).
En el ‘Reto Renovables’, que perseguía aumentar la capacidad de generación, almacenamiento y aprovechamiento de energía renovable en nuestras instalaciones, las empresas destacadas fueron H2Vector (España), The Predictive Company (España) e Ibis Power (Holanda).
Mientras que en el ‘Reto Nuevos Materiales’, dirigido a impulsar la recuperación de los residuos provenientes del desarrollo de nuevas industrias y flujos existentes de materiales no tratados de forma eficiente, quedaron como finalistas Lohum (India), Miljøskærm (Dinamarca), APChemi (India).