Merlin Properties ya ha recibido el interés de multitud de inversores para entrar en el plan de expansión de centros de datos que la socimi cotizada del Ibex 35 desplegará durante los próximos años y que Goldman Sachs y Morgan Stanley ya están preparando.
Según ha desvelado su consejero delegado, Ismael Clemente, en declaraciones a la prensa tras la celebración de la junta de accionistas, entre los primeros inversores interesados se encuentran fondos de pensiones soberanos, aseguradoras, grandes family offices extranjeros y vehículos de grandes gestoras patrimoniales.
El plan es invertir en torno a 2.000 millones de euros para desplegar hasta 200 nuevos megavatios (MW), unos fondos que provendrán o bien de la entrada de uno o varios de estos socios, de una ampliación de capital, de la venta de activos o de una conjugación de todas estas opciones, informa Europa Press.
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Las primas conclusiones del encargo a Goldmand Sachs y Morgan Stanley para valorar estas opciones llegarán al consejo este mes de mayo y se espera que en junio haya una segunda presentación, tras la cual la socimi pretende tomar una decisión antes del verano.
La operación definitiva se cerrará antes de fin de año, toda vez que necesita los fondos necesarios para el despliegue del plan a partir de enero del próximo año. No obstante, si no consigue cerrar la operación antes, podría recurrir a líneas de financiación temporales y luego reemplazarlas.
Clemente ha repasado el estado actual en el que se encuentra el plan de centros de datos, con 9 MW ya equipados en Getafe (Madrid), Barcelona-PLZ y Bilbao-Arasur. Con el nuevo equipamiento que recibirá a lo largo del año, tendrá un total de 33 MW este año, y en 2026 unos 60 MW, cerrando la primera de las fases. Posteriormente, en Lisboa abrirá un centro de 80 MW y extenderá el de Bilbao hasta los 100 MW en una segunda fase.
En su discurso ante los accionistas, Clemente ha asegurado que cualquier operación que se haga al respecto se hará sin reducir el dividendo, manteniendo un endeudamiento no muy superior al 35% sobre el valor de los activos --para que no peligre su rating-- y compensando la posible dilución del accionista en caso de ampliación. "Lo haremos con el máximo respecto al accionista", ha señalado.
El directivo ha precisado que España "haría mal en perder el tren de centros de datos", al considerar que el país cuenta con grandes ventajas como su disponibilidad energética, de suelo y de cables submarinos conectados con el resto del mundo.