Edificio de Duro Felquera.

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Construcción e Infraestructuras

El futuro de Duro Felguera en el aire: no convence a SEPI de que tome el control y se aproxima al concurso de acreedores

La empresa pública exige un plan de negocio viable antes de convertir en acciones la deuda del FAASE. 

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Duro Felguera amanece este jueves con una caída del 5% en bolsa. Los títulos de la compañía se desploman tras fracasar la reunión de su equipo directivo con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) este miércoles. 

El objetivo era presentar un plan de negocio que convenciera a la entidad pública para que convirtiera la deuda del rescate en acciones y tomara el control de la empresa. Hay que recordar que la empresa asturiana accedió al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. 

Sin embargo, los representantes públicos se opusieron y solicitaron al equipo directivo un plan realista que garantice la viabilidad de la empresa. 

Las negociaciones, explican fuentes consultadas, van a continuar en los próximos días, aunque la situación es muy compleja. Será en marzo cuando concluya el plazo para cerrar un acuerdo con los acreedores dentro del marco del preconcurso de acreedores que la empresa asturiana ha solicitado. 

Pese a que hay margen, existen dudas de hasta cuándo podrá tener caja para hacer frente a los pagos corrientes. 

La banca acreedora, por ahora, descarta poner más dinero encima de la mesa. Insisten en que debe ser la SEPI quien dé el paso o, en su caso, los accionistas de Duro Felguera. 

Se trata de los grupos mexicanos Grupo Prodi y Mota-Engil México, que invirtieron 90 millones para hacerse con la mayoría del capital. Sin embargo, en este momento descartan inyectar más dinero. 

Su objetivo es que la SEPI, que cuenta con dos representantes en el consejo de administración, se haga cargo del grupo al convertir la deuda del FAAS. 

El preconcurso de acreedores de Duro Felguera se declaró en preconcurso de acreedores el pasado 11 de diciembre

La falta de proyectos industriales y el litigio que mantiene con Sonelgaz en Argelia fueron los desencadenantes de la situación, esgrimen en el grupo. 

La compañía argelina reclama a la asturiana 413 millones de euros por la suspensión en junio de las obras de una planta de ciclo combinado en Djelfa. 

Según la ingeniería, se suspendió por los incumplimientos de Sonlegaz, por lo que ha presentado dos reclamaciones por valor de 65 millones en 2019 y otra de 113 millones en 2020.