La lucha por el control de Dia no ha hecho más que empezar. Dos días después de que el ruso Mijail Fridman haya lanzado su oferta para la adquisición de la cadena española de supermercados, la saga francesa Bontoux ha anunciado su alianza con dos empresarios españoles para convertirse en los terceros accionistas de relevancia de la compañía.
Aunque de momento no han mostrado públicamente cuáles son sus intenciones, en el mercado se especula con la posibilidad de que el objetivo último sea plantar cara a la oferta pública de adquisición (opa) de Fridman a 0,67 euros por título. Algunos operadores del mercado cuentan que los Bontoux, que invierten a través de la sociedad luxemburguesa Naturinvest, ya habrían tenido reuniones con otros accionistas de cierto peso y bancos de inversión para plantear alternativas a la proposición del ruso. Una nueva vía que podría estar en consonancia con la que defiende el consejo de administración de Dia o bien suponer un tercer camino para su salvamento financiero.
Por ahora, los accionistas que han suscrito el pacto de sindicatura de carteras y voto son Naturinvest, representada por Gregoire Bontoux, y los hermanos españoles Pablo y Pedro Gómez-Pablos Calvo. Este último a través de la sociedad Altocapital Inversiones. Entre todos suman un 3,25% del capital de Dia, con lo que se convierten en la tercera voz más potente dentro del accionariado de la española. Solo el propio Fridman, con un 29,001% a través de LetterOne, y el banco de inversión Goldman Sachs (5,362%) superan su posición.
La voz cantante la lleva el francés, miembro de la histórica saga propietaria de Carrefour, antigua matriz de la cadena de supermercados española, con una cartera que asciende a 18,3 millones de títulos. Los hermanos españoles aportan 1,38 millones de acciones (0,22% del capital) y otras 547.500 (0,09%), respectivamente y según consta en el comunicado remitido al consejo de administración de la cotizada y publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como hecho relevante.
En el mismo documento se explica que el objeto del acuerdo a tres bandas es "sindicar el ejercicio del derecho de voto de los accionistas que lo suscriben", de manera que votarían en una misma direccion en una eventual junta de accionistas extraordinaria en la que se sometiese a juicio de los inversores cualquiera de las hojas de ruta previstas hasta la fecha o que estén por venir para el salvamento de Dia. En otro punto de lo que ha trascendido del pacto se insiste en que el acuerdo supone "la constitución de un bloque accionarial subordinado a un proceso de toma de decisiones conjunta".
DUDAS Y ESPERANZAS
Aunque la carta remitida a la CNMV está fechada en el pasado lunes 28 de enero, no ha sido hasta este jueves que se ha difundido como hecho relevante en la página web del supervisor. Este hecho cobra mayor importancia, pues se ha conocido solo unas horas después de que el consejo de administración de Dia mostrase abiertamente sus dudas con respecto a lo poco que se conoce del plan financiero que Fridman ha adjuntado a su propuesta de opa. A falta de una postura oficial que no podrá llegar hasta que el folleto difinitivo sea aprobado por el organismo vigilante, se ha puesto en entredicho que el proyecto del ruso pueda contar con el necesario visto bueno de los acreedores.
El hambre de los inversores por una oferta mejorada o una guerra de contraopas se ha encarnado en Bontoux y sus escuderos. Así se explica que la compañía haya repetido por tercera sesión consecutiva por encima del precio ofrecido por Fridman. No solo eso, sino que de la volatilidad que solía gobernar el valor se ha pasado a un descenso de solo el 0,47% hasta los 0,73 euros por título en este jueves de profundos descensos en las bolsas europeas.
Además, al cierre de la sesión, la agencia de calificación de riesgo Moody's ha lanzado un informe en el que dice no observar "diferencias significativas" entre el plan estratégico que prepara el consejo de administración de Dia y el que propone el multimillonario ruso en el caso de que su opa tenga éxito. Todo ello en la víspera de que la cadena de supermercados publique sus cuentas anuales este viernes 8 de enero. Una cita que, según los analistas, influirá de forma determinante en el ánimo de los inversores con respecto a la compañía y en cuanto a su apoyo a las propuestas de su directiva.