Los accionistas de Dia han aprobado este viernes los cambios en el consejo de administración de la compañía, la subida de sueldo de su consejero delegado y los compromisos suscritos con la banca acreedora a cambio de financiación en una junta exprés.
La reunión ha comenzado a las 9:00 horas y menos de 45 minutos después su resultado ya había sido comunicado por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en una cita que fuentes de la empresa han calificado de "trámite" y que contrasta con la tensión vivida en la junta del pasado mes de marzo, que se alargó durante varias horas.
La aprobación de los cinco puntos que figuran en el orden día -ni siquiera ha habido discurso del presidente del consejo- se daba por segura debido a la mayoría accionarial con la que cuenta el multimillonario ruso Mijail Fridman, que después de cerrar en mayo su opa controla a través de la firma LetterOne el 69,76% del capital.
La junta ha ratificado el nombramiento de un nuevo consejo -seis de sus siete miembros se incorporaron en mayo, tras la victoria de Fridman- y ha autorizado los cambios en su política de remuneraciones con el propósito de "atraer y retener el talento necesario".
En este sentido, el documento establece un sueldo fijo de tres millones de euros brutos anuales para el consejero delegado, Karl-Heinz Holland, cuyo salario multiplica por cinco el que cobraba su predecesor en el cargo. A este importe se sumarán bonus variables en función del cumplimiento de objetivos a medio y largo plazo, un sistema de incentivos pendiente todavía de concretar y que Dia prevé tener listo "a finales de 2019".
También han dado luz verde los accionistas a la retribución del resto de consejeros externos no dominicales: Christian Couvreux, Jaime García-Legaz y José Wahnon recibirán un sueldo fijo de 100.000 euros brutos al año.
Además, Couvreux y Wahnon sumarán 50.000 euros más como presidentes de las comisiones de nombramientos y auditoría, respectivamente; García-Legaz, por su parte, recibirá 40.000 euros al participar como miembro en ambas comisiones.
PACTO CON LA BANCA ACREEDORA
Otro de los puntos clave del orden del día es la aprobación del acuerdo de refinanciación de su deuda alcanzado con la banca acreedora, un pacto cuya negociación fue compleja y que fue clave para que Fridman aceptara inyectar liquidez en la firma y se evitara así tener que recurrir al concurso de acreedores.
Entre las condiciones exigidas por las entidades en el marco de este acuerdo, se encuentra la creación de filiales no operativas a las que se transmitirán "activos, pasivos y contratos de Dia".
De hecho, como primera exigencia, el grupo de supermercados debe traspasar a alguna de estas filiales antes de que acabe 2019 "todos los bienes inmuebles propiedad de Dia en España, determinados establecimientos comerciales -equivalentes al 58% de su Ebitda restringido- y sus participaciones en las filiales brasileña, argentinas y portuguesa", entre otros activos.
La compañía se ha visto inmersa en una grave crisis durante los últimos meses, acuciada tanto por problemas financieros como a nivel operativo por la pérdida de cuota de mercado, aunque el nuevo equipo directivo que lidera la empresa desde que Fridman cerrara con éxito su opa confía en abrir una nueva etapa y volver a crecer a medio plazo.