La crisis del coronavirus dividió a las empresas de comida rápida en dos: entre las que mantuvieron el reparto a domicilio y las que no. Y ahora el Gobierno las ha unificado obligando a algunas como Alsea o Burger King a realizar este servicio sacando a miles de trabajadores de sus ERTE. Así que el mapa de la comida a domicilio se amplía en plena crisis del coronavirus.
Por decisión del Ministerio de Trabajo, Alsea se vio obligada a rebajar su ERTE en 1.600 personas desde las 22.000 iniciales para poner en marcha el servicio de entrega a domicilio de Domino’s -que cuenta con reparto propio- y de otras enseñas como Vips y Ginos, que reparten desde Glovo, Deliveroo y Just Eat. Desde principios de abril ya se puede pedir comida a domicilio de estas compañías.
“Hemos desarrollado un protocolo ‘Cero Contacto’, con medidas de seguridad reforzadas que cubren todo el ciclo de preparación del pedido. Además, las plataformas de entrega a domicilio con quienes trabajamos ejecutan todo un protocolo estricto de entrega del pedido sin contacto", explican desde Alsea.
Lo mismo le ocurrió a Burger King, que tras presentar un ERTE para 14.000 empleados se vio obligada a reducirlo para dejar en activo su servicio de reparto a domicilio desde el que también sirve bajo una férreas medidas de seguridad.
Telepizza y Papa John's
Pero desde el principio de la crisis algunas compañía de comida rápida no han dejado ofrecer su servicio delivery, como es el caso de Telepizza (a pesar de presentar un ERTE). Los clientes pueden realizar sus pedidos a través de la web y de la app, realizando el pago por tarjeta bancaria y recibiendo el producto sin contacto con el repartidor en la puerta de sus casas.
Y siguiendo esta misma línea, Rodilla también tiene habilitado el envío a domicilio. Misma opción ofrece KFC, pero a través de un servicio solo disponible en el área de Madrid y Barcelona, y ciudades de Valladolid y Bilbao.
Ambas compañías, junto con la hamburguesería TGB (Restalia), están disponibles a través de plataformas como Glovo, Deliveroo y Uber Eats. Los riders de ninguna de estas tres han dejado de trabajar. Para estos, el Ministerio de Comercio lanzó una guía de recomendaciones a seguir durante su jornada laboral.
Otra que sigue a pleno rendimiento en sus fábricas es Papa John's. La cadena de pizza ha cerrado sus tiendas -como marca la ley- y ofrece el servicio de delivery, aunque no en todas sus tiendas. Es decir, en las ciudades en las que haya varios establecimientos se dejan operativas para este servicio solo las necesarias.