La crisis sanitaria cambiará mucho la forma en la que consumiremos después de ella ya que muchas de las tendencias en auge permanecerán, como la venta online. Sin embargo, la crisis económica que desencadenará el Covid-19 pesará en los momentos de compra de los ciudadanos en el supermercado.
Así, un 61% de los consumidores se fijará más en la promociones y descuentos de los productos, según el primer barómetro ‘Consumo y compra dentro y fuera del hogar’, publicado por Aecos Shopperview en colaboración con la agencia 40db. Además, desde Aecoc reconocen que la marca blanca “ganará peso”, aunque no de la misma manera que en la crisis económica de 2008.
El informe revela que la previsión de dificultades hace que la mayoría de hogares anticipen un periodo de postcrisis de contención presupuestaria. “Al principio al consumidor le importaba el acopio de productos. Eso ha pasado a segundo plano y en estos momentos cómo ve el fantasma de la crisis económica está afectando”, explica Rosario Pedrosa, gerente de estrategia comercial y marketing de Aecoc.
Así, el 63,8% de los consumidores asegura que controlará más sus gastos una vez acabe el confinamiento, mientras que son minoría los que priorizan retomar su ritmo de vida anterior: tan solo un 26% piensa en recuperar las compras e inversiones que la crisis ha retrasado, por un 32,4% que prevé invertir en viajes para el próximo verano.
La caída en el gasto de los hogares también afectará a las compras de gran consumo. Un tercio de los usuarios avanza que, una vez acabado el confinamiento, reducirá su inversión en alimentación y bebidas, ya que el factor precio y las promociones ganarán peso en la decisión de compra.
El consumo tras el Covid-19
El factor precio seguirá siendo determinante tras la crisis sanitaria. Ligado a la contención del gasto, el factor precio cobrará mayor importancia para el 61,3% de los consumidores, por un 58,9% que buscará productos de proximidad.
Por otra parte, el 55,4% asegura que comprará más productos para cocinar en casa. En este sentido, la mitad de los encuestados aspira a tener una alimentación más saludable en el futuro, por solo un 10% que aumentará su gasto en productos premium tras la crisis.
Además, el hecho de priorizar la proximidad a la hora de escoger los establecimientos de compra está llevando a los consumidores a descubrir nuevas tiendas de proximidad. Así, el 56,5% de los encuestados afirma que seguirá comprando en los locales más cercanos a su hogar, y casi la mitad reconoce que podría ser infiel también a sus marcas de consumo habituales.
Del mismo modo, el 20,2% de los compradores se ha iniciado en las compras online para productos de gran consumo y el 17,1% de los encuestados asegura que comprará más a través de este canal una vez acabe el confinamiento.
Menos compras
Las restricciones en la movilidad han forzado un cambio tanto en el comportamiento del consumidor como en sus motivos de compra. Según los datos del barómetro, el 44,7% de los encuestados ha rebajado su frecuencia de compra durante el estado de alarma.
Este cambio de hábitos conlleva que el 78,5% planifique más sus compras, mientras que un 39,7% acumula productos en casa para tener reservas. En este sentido, un 7,5% reconoce que ha aumentado su desperdicio de alimentos.
La cesta de la compra también ha cambiado. Además de la priorización de los productos básicos, el confinamiento también ha hecho que el 23,3% de los consumidores aumente su inversión en marcas de distribución y que el 27% de los usuarios haya probado nuevas marcas o productos que seguirá incorporando a su cesta una vez pasado el confinamiento.
El hecho de no tener libertad de movimientos también ha provocado que el 78,1% de los consumidores concentre sus compras en un solo establecimiento, priorizando en el 74,2% de los casos las tiendas más cercanas al hogar. Además, el 70,6% de los compradores trata de pasar el mínimo de tiempo posible en los comercios para reducir el riesgo de exposición al virus.