Ahora que la gran mayoría de los territorios españoles se encuentran todavía en fase 1 (excepto Madrid, Barcelona y algunas zonas de Castilla y León), el Gobierno ha decidido hacer un pequeño guiño a los grandes de la distribución permitiendo abrir sus tiendas de mayores dimensiones, pero acotadas a 400 metros.
De esta forma, las grandes compañías como El Corte Inglés, Inditex, Ikea o Fnac podrán abrir muchas de sus tiendas a partir de este lunes. Y eso es lo que harán muchas de ellas, según fuentes consultadas por este medio.
En el caso de El Corte Inglés, de momento solo tenía abiertas unos ocho establecimientos de Sfera; mientras que Tendam abrió 130 la pasada semana e Inditex inició la reapertura incluso antes, en la fase cero, con cita previa.
Esta modificación es un empujón en los planes de la compañía que lidera Marta Álvarez que esperaba abrir en la fase 2, es decir, como pronto el 25 de mayo en la mayoría de España.
Además, este anuncio llega después de que los grandes almacenes pusiera en marcha la campaña 'Defiende tu primavera' con la actriz Ana de Armas como protagonista.
400 metros acotados
El Gobierno anunció la medida el viernes, que quedó plasmada este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). “En relación con los establecimientos y locales comerciales minoristas y de prestación de servicios asimilados, se mantiene como requisito para la apertura en fase 1 que estos tengan una superficie útil de exposición y venta igual o inferior a 400 metros cuadrados”, según el documento.
Y añade una la siguiente modificación anunciada el viernes y que se pondrá en marcha este lunes: “pero se prevé que en el caso de que la superficie sea superior, puedan acotar el espacio que se reabra al público ajustándose a este umbral”.
Si bien es cierto, los establecimientos de El Corte Inglés multiplican varias veces el espacio legal permitido para vender. Por tanto, tendrán que acotar los espacios para cumplir con la normativa.
Medidas de seguridad
Todas las grandes firmas textiles llevan tiempo preparando sus protocolos para su reapertura. En este sentido, El Corte Inglés prevé hacer test a sus empleados, controlar el aforo de las tiendas y baraja también tomar la temperatura de los clientes, tal y como avanzó este medio.
Por otro lado, El Corte Inglés reconoce que los probadores son lugares en los que es fácil la contaminación por su pequeña dimensión y la permanencia durante un periodo prolongado de la persona en su interior y, por consiguiente, susceptibles de generar sensación de inseguridad en los clientes.
Probadores alternos
Para prevenir contagios y dar seguridad a la clientela, sólo permitirán que se usen probadores alternos (uno abierto con uno cerrado), con colas ordenadas con distancia de 2 metros. Habrá un control permanente de entradas, salidas y limpieza de cada cabina tras cada uso y, además, se colocarán lámparas ultravioleta para la desinfección nocturna.
“Este plan se adaptará en cada momento a las indicaciones que establezca el Ministerio de la Sanidad u otras autoridades competentes, y también a la disponibilidad en el mercado de medios preventivos, tanto sanitarios como técnicos”, según el documento interno al que tuvo acceso Invertia.
La compañía presidida por Marta Álvarez juega con una baza a favor a la hora de abrir su parte comercial cerrada por el estado de alarma. Y es que buena parte del aprendizaje ya lo tienen hecho gracias a sus 300 centros de alimentación (entre supermercados e hipermercados) que están abiertos al público y en los que se han implementando medidas de seguridad.