En el ejercicio 2019, Eroski redujo 263 millones de euros su deuda financiera, alcanzando desde 2010 una reducción de deuda de cerca de 1.900 millones de euros. Todo un hito para la cooperativa vasca que ve la luz al final del túnel en una década en la que ha necesitado llegar a acuerdos con la banca hasta en tres ocasiones. Pero todo tiene un precio. Y Eroski está pagando por él cayendo en el olvido en algunos lugares como Madrid o perdiendo relevancia en su propia casa, el País Vasco.
Eroski es considerado un supermercado regional; sin embargo, por su expansión a lo largo del territorio español desde hace años su cuota de mercado es la de una compañía nacional.
Tanto, que en 2010 era el tercer distribuidor español con una cuota de mercado de 7,4%, según datos de Kantar. Solo por detrás de Mercadona (18,5%) y Carrefour (15,4%). Por aquel entonces era muy fuerte en el norte, en Cataluña con su filial Caprabo y en Madrid con los hipermercados.
Justo hace una década la deuda a corto y largo plazo de Eroski rondaba los 3.750 millones de euros (ahora es de 2.000 millones, aproximadamente), según datos de Bloomberg. En esa fecha alcanzó un acuerdo con 23 entidades para la reestructuración de una deuda de 1.705 millones de euros con vencimiento final en enero de 2014. Y es aquí donde también firma, sin saberlo, su declive en el mercado.
Segundo acuerdo con la banca
Solo un año después baja al cuarto puesto. De momento, los bancos no apretaban a Eroski tanto como para caer del podio nacional. Así que la explicación poco tiene que ver con la cooperativa vasca. Más bien, Carrefour escinde el 100% de la cadena Dia, que sale a Bolsa y comienza a operar como una compañía única en el mercado.
Sin embargo, Eroski sí contribuyó al crecimiento de ambas enseñas con el traspasó de 140 supermercados a DIA en 2014 y de 35 a Carrefour en 2016. Muchos de ellos en Madrid, donde prácticamente desapareció. Ventas que ahora sí encajaban entre las deseinversiones que la banca exigió a Eroski en una segunda refinanciación de su deuda por importe de 2.605 millones de euros firmada en 2014 hasta 2019.
También se deshizo de las 103 tiendas de perfumerías If que vendió a Douglas en 2017, mientras que filiales como Caprabo pedían de un hilo. Durante años, el mercado dio por hecha su venta, pero finalmente se salvó.
En 2014, su cuota de mercado bajó al 6,4%. Al fin del acuerdo con la banca, en 2019 era de 4,9%. Su principal competidor en los últimos años, la alemana Lidl, le consiguió arrebatar ese año el cuarto puesto (5,6%). Por lo que Eroski en un década ha quedado relegada a la quinta posición.
Último acuerdo
La caída de cuota de mercado está directamente relacionada con las condiciones para la reducción de la deuda. Así que la situación puede ir a peor porque en 2018 Eroski cerró su tercer acuerdo con las entidades bancarias para refinanciar la deuda. Es cierto que las condiciones son más flexibles. Ya no tiene que deshacerse de empresas como Caprabo, aunque debe encontrar socios para algunas de sus filiales.
En dicho acuerdo, Eroski consiguió refinanciar 1.540 millones de euros de deuda (el 75% de su deuda total) hasta el 31 de julio de 2024.
A cierre de su último ejercicio fiscal (el 31 de enero de 2020), redujo la deuda 263 millones y registró un beneficio de 45,2 millones de euros a cierre de su ejercicio 2019. Sus cuentas están más saneadas, pero reconoce que es el segundo distribuidor de alimentación en el norte de España con una cuota superior al 13%, lo que significa que también ha perdido su trono en el norte.