Mientras el alcalde Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anima a los madrileños a salir a tomarse unas cañas en los bares y restaurantes de la ciudad, más de media España echa el cierre a su hostelería para frenar los contagios. Algo que ha provocado el hartazgo de los hosteleros.
Esta mañana, han salido a las calles de algunas ciudades de Galicia y Astorga a pedir un plan de rescate, mientras que esta tarde lo han hecho en las tres capitales de provincia vascas. Imágenes que también se han repetido días atrás en otras regiones como Navarra o La Rioja.
¿El motivo? La oleada de cierres de bares y restaurantes decretados por las comunidades autónomas. Hoy, País Vasco y Murcia se han sumado a Asturias, Castilla y León, Navarra, La Rioja y Galicia al iniciar el cierre de toda hostelería y la restauración.
Todas estas comunidades se unen así a las restricciones que impuso Cataluña el pasado 16 de octubre para cerrar los bares y restaurantes, solo permitiendo servir comida para llevar y a domicilio. Una medida que en el caso catalán se ha ampliado 15 días más y que amenazan con arruinar al sector.
Mientras, en otras, las restricciones continúa. Cantabria no obligará al cierre de los bares y restaurantes, aunque ha decretado el cierre al público en el interior de los locales. En Aragón podrán estar abiertos hasta las 20:00 horas pero solo al 50% en las terrazas. Y Andalucía se plantea muy seriamente el cierre de la hostelería, aunque no ha decretado nada por el momento. Tan solo Madrid parece ser la única que se niega a cerrar estos establecimientos; al menos, de momento.
“Si resulta que en Madrid con las medidas que puso en marcha (sin cierres de la hostelería) es capaz de reducir la curva se estaría demostrando que se están arruinando empresas sin resolver el problema”, señala a Invertia el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, que califica la situación de la hostelería de “dramática” y reclama “que las limitaciones lleguen con ayudas económicas”.
Ayudas al sector
En este sentido, el sector hostelero, a través de la plataforma Juntos con la Hostelería (integrada por FIAB, Hostelería de España y Aecoc), ha solicitado ayudas directas al sector por valor de 8.500 millones de euros a las comunidades autónomas y a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
Desde la patronal son optimistas y esperan que algunas de las ayudas anunciadas por las CCAA ayuden a sobrellevar la crisis. El plan más ambicioso es el de Murcia, que acaba de anunciar que movilizará 37 millones de euros para paliar las pérdidas de bares y restaurantes de esa comunidad en las dos semanas de cierre obligado. El plan "más ambicioso y de mayor cuantía de toda España", según su presidente, Fernando López Miras.
El Gobierno vasco ha anunciado ayudas directas hasta los 45 millones de euros, ya que se suman 25 millones a los ya existentes en líneas específicas para el sector (20 millones). Además, se está dando forma a una línea de financiación específica a través de Elkargi por valor de 100 millones de euros.
Por su parte, la Xunta de Galicia trasladará a los representantes de la hostelería una propuesta con una línea urgente de ayudas, que irán de los 2.200 a más de 7.000 euros, para compensar los cierres.
Otras como Cataluña y Aragón parece que se quedan cortas. La primera ofreció 40 millones de ayudas que se repartirán entre casi 44.000 bares y restaurantes tocando a 1.000 euros por local. Y la segunda anunció este viernes el plan de rescate para la hostelería, dotado con 15 millones de euros. Un plan que fue calificado por la patronal hostelera de "patraña".
Asimismo, el sector reclama la exoneración del 100% de las cuotas a la Seguridad Social, la suspensión del pago de la cuota de autónomos, el alargamiento de plazos de los créditos ICO concedidos a negocios antes del verano, el pago fraccionado del impuesto de sociedades y el aplazamiento de los pagos del IVA, entre otras medidas.
100.000 bares cerrarán
Con este panorama, la situación es especialmente delicada. A día de hoy ya han cerrado más de 65.000 negocios hosteleros, han desaparecido más de 350.000 empleos y ha descendido la facturación en el sector más del 50% respecto al año anterior.
Hace unos días, Hostelería de España recordaba que uno de cada tres bares desaparecerá en España por la Covid; dato que no tenía en cuenta los cierres actuales de las CCAA. Así que “puede ir a más con las nuevas restricciones en España”, reconoce el presidente de Hostelería de España. Estamos hablando de más de 100.000 locales que cerrarán como consecuencia del impacto de las medidas anti-Covid.
Cabe recordar que la hostelería es un sector que aporta el 6,2% del PIB, da trabajo a 1,7 millones de personas y aporta cerca de 17.500 millones de euros a las arcas públicas del estado, según los datos del año 2019. Además, es de gran importancia para el turismo.
Campañas de apoyo
Durante estos días no han faltado las campañas de apoyo. Por ejemplo, las redes sociales se han inundado de mensajes para adelantar la cena a las 20:00 horas en referencia al toque de queda. Y el mensaje con mayor toque de humor es el de Schweppes.
“Queridos ingleses: aceptamos calcetines con sandalias si nos enseñáis a cenar a las 20 horas”, se puede leer en el cartel junto al hashtag #SchweppesConLaHostelería”. Este es uno de los carteles publicitarios que la compañía de tónica ha lanzado; aunque también hay otro dedicado a los suecos pidiéndoles el manual de instrucciones para cenar antes.
Asimismo, bajo la campaña ‘‘#LucesNo’, los usuarios han hecho viral un cartel dirigido a los ayuntamientos de las principales capitales en relación a la iluminación navideña. Rechazan la instalación de las luces para que, en su lugar, el dinero municipal vaya dirigido a los sectores más perjudicados por la pandemia.
“No queremos iluminación de Navidad”, reza el cartel con la peculiar petición que pide que las partidas se dirijan a “nuestros hosteleros, autónomos y personas que están sufriendo esta crisis”. En este sentido, el sector ha mostrado su rechazo a la campaña al desconocer quién está detrás de ella.
Fuentes de la hostelería han afirmado a Invertia que su sector necesita ayuda pero, de desviar los fondos para la iluminación, debería ir dirigido a fines sociales y sanitarios. “Seguiremos trabajando institucionalmente para que nos ayuden” explica el sector que opta por alternativas como la “relajación fiscal”.