La compañía de envasado de refrescos y embotelladora de agua Font Salem, proveedora de las marcas de cerveza de Mercadona, aumentó su facturación hasta llegar a los 282,1 millones en 2019, un 10% más que un año anterior, según sus cuentas depositadas recientemente en el Registro Mercantil. 

Font Salem es propiedad del grupo Damm, con sede en Barcelona, y es una de las principales empresas productoras de cerveza a nivel nacional, aunque también tiene refrescos y agua mineral embotellada. Además de su marca propia, también fabrica para grandes distribuidores como Mercadona, Carrefour o El Corte Inglés. 

De hecho, sus ventas también están impulsadas por los cambios realizados en la cadena de Juan Roig. En agosto del año pasado, Mercadona dio un giro radical en este sentido. Así, amplió su número total de proveedores de cerveza de 7 a 40, entre nacionales e internacionales, con la incorporación, entre otros, de numerosos proveedores locales de cerveza artesanal. 

De esta forma, la empresa de Juan Roig pasó de trabajar con seis cerveceras españolas y una francesa, a hacerlo con veintiocho cerveceras nacionales, entre las que destacan Mahou, Heineken, Damm, Estrella Galicia, La Zaragozana, Compañía Cervecera de Canarias, Font Salem, Tyris, La Sagra, Arriaca o La Virgen.

Retos

Actualmente Font Salem afronta el reto de consolidarse como una multinacional para la marca de distribuidor y el co packing. Por ello, en el ejercicio 2019 Font Salem reforzó su proyección internacional, especialmente fuera del continente europeo. 

La empresa incrementó sus exportaciones de un 8,1% a un 8,6%, aumentó sus ventas a nivel nacional de 78,3% a 79,9% y redujo la proporción en ventas a los países de la Unión Europea de 13,6% a 11,5%. No obstante, registró una reducción de los beneficios de 23,2 millones a 21,8 millones. 

Reparto de la cifra de negocios de Font Salem. Fuente: Registro Mercantil.

Así, Font Salem recuerda que dispone de tres centros productivos situados en lugares estratégicos que permiten dar respuesta rápida a la demanda en la península ibérica con el menor coste posible. Asimismo, su proximidad a los puertos de Valencia y Lisboa supone una ventaja competitiva para la exportación, mercado éste por el que está apostando en su estrategia de globalización. 

“La sociedad continúa en su labor de potenciar dichos centros e incrementar la rentabilidad de explotación mediante el esfuerzo inversor necesario para disponer de la tecnología y los recursos más adecuados para continuar en la senda de crecimiento en la que se halla la compañía”, según se detalla en la auditoría de sus cuentas.