2020 pasará al recuerdo como el año de la pandemia, una crisis sanitaria con un fuerte impacto empresarial. Empresas como El Corte Inglés han vivido en sus propias carnes sus efectos con el cierre temporal de tiendas, los ERTE… situaciones que en el caso de los grandes almacenes han brindado una nueva oportunidad: la de adaptarse a los tiempos diversificando su negocio y entrando de lleno en la batalla del ecommerce.
En este sentido, la gran baza que ha jugado El Corte Inglés es la omnicanalidad y durante la pandemia decidió reforzarla al máximo, llegando incluso a reconvertir parte del Bricor de Alcalá de Henares (Madrid) en un centro para pedidos online.
La capilaridad siempre ha sido una de las fortalezas históricas de El Corte Inglés. La empresa tiene puntos en las grandes ciudades y otros en la periferia. De hecho, los grandes almacenes siempre han alardeado de que el 90% de la población de España está a menos de una hora de un centro comercial de la compañía y el 50% a menos de 15 minutos.
Además, el tamaño de sus 93 centros comerciales es suficientemente grande como para hacer frente a pedidos tanto desde el interior de las ciudades como en la periferia. Modelo que completan los 177 Supercor de la compañía y la alianza que sellaron con Correos.
En este sentido, una de sus ventajas es precisamente seguir teniendo cerca una tienda física por cuestiones como la atención al cliente o las devoluciones de productos. Se trata de una cuestión de confianza de la que Amazon no goza.
La app
Toda esta estrategia omnicanal viene reforzada por la app que recientemente lanzó El Corte Inglés. De hecho, con la nueva aplicación trató de imitar -a la vez que combatir- los precios de Amazon. ¿Cómo? Con una tarifa plana única de 19,90 euros anuales para las compras online que permite al cliente elegir si quiere recibir su pedido de alimentación y no alimentación.
De momento, el cliente tiene acceso a más de 200.000 productos con entrega en el día, en dos horas o cuando el usuario quiera. En concreto, la nueva app fusiona los mundos online y offline de forma que se compenetran y complementan, dando lugar a nuevas sinergias que aprovechan todas las ventajas de cada uno de ellos.
Y, además, ha ido un paso más allá al firmar un acuerdo con BBVA para incorporar Bizum como método de pago para las compras online que el cliente realice tanto a través de la web como de la app de El Corte Inglés.
Este método se une a otros medios de pago que ya estaban disponibles en el grupo de distribución como son la tarjeta bancaria, tarjeta de compra de El Corte Inglés, PayPal, líneas de financiación o contra reembolso.
Inmobiliario y seguridad
La logística, que ahora se sitúa en el centro de la estrategia omnicanal de El Corte Inglés, también implica cambios en otros aspectos del negocio, como el inmobiliario. Motivo por el cual, la compañía también creará una unidad de negocio Real Estate con la finalidad de ordenar y dar valor a los activos inmobiliarios.
Además, en julio, El Corte Inglés cerró la compra de Mega 2 Seguridad, compañía dedicada a la seguridad y los servicios generales. Desde entonces, los grandes almacenes han reorganizado la estructura en torno a esta compañía, especialmente sobre una de sus dos filiales, Mega2 Servicios Integrales, a la que cambió de denominación social por Sicor Servicios Integrales.
¿Qué pretende con esta compra? Con la adquisición, el grupo El Corte Inglés busca hacerse fuerte en el sector de la seguridad y los servicios generales, pero también reducir sus costes operativos. También es una forma de competir directamente con otras compañías del sector como Eulen, Securitas o Prosegur.
En definitiva, 2020 ha sido el año en el que El Corte Inglés se reinventó con nuevos negocios. Y 2021 será el año en el que tendrá que consolidar sus nuevas apuestas, siempre y cuando la Covid lo permita.