Existen muchas incógnitas sobre lo que ocurrirá cuando realmente llegue esa ansiada normalidad tras la vacuna. Durante más de un año, los hábitos de los consumidores a la hora de viajar y comprar han cambiado mucho, bien por obligación o bien por miedo. También han aparecido nuevas tendencias. Pero ¿qué quedará de todo esto tras el paso de la Covid?
La mayoría de españoles confían en que la vacunación de un porcentaje alto de la población causará que la Covid-19 deje de impactar en su vida. Aunque el 42% piensa que se tardará entre uno y dos años todavía para que el virus se elimine por completo, según el informe ‘Future Consumer Index: Deconstruyendo al consumidor en un entorno posvacuna’ realizado por la Consultora EY y que recoge datos del primer trimestre de 2021.
En este sentido, ¿se sentirán cómodos los consumidores realizando actividades que antes no podían hacer o estaban limitadas? Las cifras del estudio muestran que la bajada en la incidencia de casos acumulados, así como el proceso de vacunación, al menos por el momento, no han tenido una fuerte influencia en la comodidad de los consumidores una vez levantadas las restricciones.
Los españoles seguirán sintiéndose incómodos en todas aquellas actividades que se realicen en espacios cerrados y con poca distancia social (viajar en crucero o en avión, ir al gimnasio, asistir a eventos, utilizar el transporte público o acudir a un bar o al cine).
De hecho, resulta interesante observar cómo cae el nivel de “comodidad” en algunas actividades como ir de compras a un supermercado o tienda de comestibles (-6 puntos en comparación con los datos de octubre). Por otro lado, mejora la sensación de seguridad en los lugares de trabajo o en la escuela (+2 y +4 puntos respectivamente en comparación con los datos de octubre).
La vuelta a los hábitos “preCovid” varían considerablemente en función de la actividad. Gran parte de los encuestados indican que tardarán meses e incluso años en volver a sentirse cómodos viajando, ya sea por vacaciones como para ir a trabajar, y realizando actividades de ocio, según el informe.
Actividades cómodas
Por otro lado, los consumidores esperan que la vuelta a la normalidad sea cuestión de días o semanas a la hora de hacer la compra en supermercados y tiendas de comestibles, acceder a servicios financieros, cómo nos comunicamos y cómo estudiamos o trabajamos, datos acordes con los índices de comodidad mencionados en la página anterior.
La forma en la que viajaremos cambiará significativamente en comparación con los hábitos anteriores a la Covid. La mitad de los encuestados demanda el uso de medidas de seguridad como la utilización de mascarilla, además de apostar más por el turismo nacional, limitando viajes internacionales, ya sea por avión y crucero, y utilizando más los vehículos individuales.
Desde el punto de vista de la restauración, los encuestados prefieren lugares más espaciosos que aseguren la distancia de seguridad, además de evitar restaurantes tipo bufé, prefiriendo restaurantes locales o independientes, o incluso de alta cocina.
Consumo
El estudio destaca que el consumidor se ha vuelto más digital, reduciendo las visitas a los establecimientos físicos, además de estar más concienciados con su hábito de compra y nivel de gastos y más comprometido con su comunidad. De hecho, un 40% estaría dispuesto a pagar un extra por productos locales y reducir la comida empaquetada por razones medioambientales.
La concienciación de la que venimos hablando, se refleja en un ciudadano más responsable y preocupado por su salud física y mental, prestando más atención a cuestiones como la alimentación, el tiempo de calidad y el impacto social y medioambiental con datos similares a los de la edición anterior. Por otro lado, las cifras muestran un consumidor más precavido y ahorrador.
El precio, la disponibilidad del producto y el carácter saludable repiten como los atributos más valorados por el consumidor, aunque la crisis económica derivada de la pandemia ha hecho que el precio se coloque en primer lugar, aumentando +9 puntos su valoración respecto a la edición anterior.
Asimismo, continúa incrementándose la importancia y valoración del origen local del producto, fruto del deseo de generar un mayor impacto en nuestra comunidad más cercana, al igual que los productos sostenibles y orgánicos.
Productos de lujo
En esta nueva encuesta, los ciudadanos han valorado muy positivamente la disponibilidad de entrega con +6 puntos, quedando patente la tendencia de visitar menos los establecimientos físicos. Por su parte, la personalización y el lujo siguen siendo los atributos de menor importancia, cayendo su valoración (-2 puntos entre los que los consideran “más importantes”).
Las restricciones establecidas y el “quédate en casa” han hecho que productos de limpieza y frescos, servicios de entrega y suscripciones digitales sean las categorías que más han incrementado el nivel de gastos, incluso comparando con los datos de octubre, mientras que el gasto en vacaciones, ropa y calzado, cuidado personal, actividades fuera del hogar e incluso el gasto en artículos de lujo ha disminuido.
En definitiva, se confirma las inquietudes de los consumidores en términos de gastos, y es que estos, estarían dispuestos a pagar una prima en productos de alta calidad, productos saludables, sostenibles y orgánicos y que estén hechos en España.