La cadena alemana Lidl llegó en 1994 a España. Desde entonces no ha dejado de crecer. Y lo ha hecho con una fórmula que le está dando grandes resultados: a golpe de inversiones y de apertura de tiendas tras realizar un lavado de imagen en la última década que ha llevado a la empresa a convertirse en el tercer distribuidor de España.
Los datos de Lidl en España reflejan su gran apuesta por el país. Entre 2008 y 2013, la compañía invirtió más de 1.000 millones de euros. A partir de ahí, las cifras crecen: 158 millones en 2013; 205 millones en 2014, con 20 aperturas; 262 millones en 2015, con 40 aperturas; 368 millones en 2016, con 39 nuevas tiendas; 362 millones con la apertura de 30 establecimientos en 2017; 320 millones en 2018, con 30 nuevos puntos de venta, y 220 millones en 2019, con 42 aperturas.
Por último, a cierre de su último año fiscal (entre el 1 de marzo de 2020 y el 28 de febrero de 2021) invirtió unos 350 millones de euros en la apertura de 40 nuevas tiendas y la inauguración de una nueva plataforma logística en la localidad de Agüimes (Gran Canaria).
Si lo acotamos al último lustro, Lidl ha invertido más de 1.500 millones de euros en la puesta en marcha de unos 180 establecimientos y tres almacenes. Estas cifras hacen que la cadena de supermercados haya alcanzado más de 630 puntos de venta y 11 centros logísticos en España.
Pero la cosa no se quedará aquí. Lidl prevé realizar una inversión récord de más de 400 millones de euros en 2021 para reforzar aún más su presencia en todo el territorio. En total, superaría los 2.600 millones en una década de oro para la compañía alemana.
En este sentido, estima sumar en torno a 40 nuevas tiendas a su red comercial y ampliar de forma decisiva sus recursos logísticos a escala nacional: tras adquirir a principios de año unos terrenos en Parla (Comunidad de Madrid), en este ejercicio iniciará las obras de sus futuros centros en Escúzar (Granada) y Martorell (Barcelona) y en otoño pondrá en marcha la que será su nueva plataforma logística de referencia para el norte de España en Nanclares de la Oca (Álava).
Crece en cuota
Su imagen en España también ha cambiado. Llegó bajo el eslogan ‘Lidl, mejor precio y calidad’, establecimientos con decoración escasa y una agresiva política de precios. Modelo conocido como hard discount y que, ahora, otras como Mere potencian tras aterrizar en España. De hecho, apareció en España mucho antes que su rival en Alemania, Aldi. Y actualmente la duplica en número de tiendas.
Todo ello le ha permitido consumar el sorpasso a Dia en el año de la Covid. En 2020 la cadena alemana subió 0,5 puntos y se situó en el 6,1% de cuota de mercado desbancando de la tercera posición a Dia, que cedió 0,6 puntos, hasta el 5,8% de cuota de mercado.
Carrefour se situó en segunda posición con un 8,4% (cayó 0,3 puntos) y Mercadona siguió en primera posición con un 24,5%, pero perdió fuerza con un descenso de 1,1 puntos, según datos de la consultora Kantar.
Su apuesta por los precios ha tenido buena acogida entre los consumidores españoles. Además, “el éxito del modelo está acompañado por la apertura de tiendas, la apuesta por liderar tendencia BIO y ropa eco”, señalan desde Kantar. También han incrementado el peso de las marcas de fabricante para que el comprador pueda hacer la cesta de la compra entera.
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