Tras un año marcado todavía por la Covid y las transformaciones del sector, Ingka Group, franquiciado de Ikea y dueño del 90% del negocio de la multinacional, cierra su ejercicio fiscal (entre el 1 septiembre de 2020 y el 31 agosto de 2021) con un beneficio de 1.600 millones (un 30% más que un año antes), según avanza en una entrevista a EL ESPAÑOL-Invertia, Juvencio Maeztu, director financiero y vicepresidente mundial de Ikea.  

Resultados positivos para el número 2 de Ikea a nivel mundial ya que “se han conseguido en un entorno en el que ha habido más cierres (de tiendas) que el año anterior”. 

De hecho, registró unas ventas de 39.800 millones de euros (frente a los 37.400 millones de euros de 2020). El área de retail facturó 37.400 millones de euros y se encuentra por encima de sus ventas de 2019.

Además, el directivo destaca a este medio la inversión de 3.200 millones de euros (2.100 millones de euros en el año fiscal 2020). Aquí se incluyen inversiones en tiendas físicas con 46 aperturas, redes de distribución, transformación omnicanal, experiencia digital del cliente, energías renovables, vehículos de cero emisiones y silvicultura. 

Durante su ejercicio fiscal, también crearon 8.000 puestos de trabajo que elevaron la plantilla hasta los 174.000 trabajadores (9.148 en España). 

Juvencio Maeztu, director financiero y vicepresidente mundial de Ikea. Enrique Falcón

La compañía ha ampliado aún más los puntos de encuentro físicos con los clientes, ha acelerado su transformación digital y ha hecho que los servicios sean más accesibles y asequibles. Como resultado, las ventas online crecieron un 75%.

Estamos hablando de “un negocio que ha venido para quedarse”, según el directivo español, que apunta a que ya suponen un 30% del negocio, aunque no se marcan un objetivo porque entienden en mundo online y offline de forma conjunta. 

Crisis de suministros

Tras el cierre de año, Ikea encara 2022 como una “continuación de 2021”, explica Juvencio Maeztu. “El próximo año será una continuación tanto de ventas como de resultados y de inversiones”, asegura. 

Todo ello en un marco de crisis mundial por la falta de suministros y el incremento de los costes de producción de los que no es ajena Ikea, aunque el directivo reconoce que un 70% de su producción está en Europa y “de alguna forma ya estamos regionalizados”. 

La clave está en el tiempo que se prolongará esta crisis. “Creo que la disrupción en los mercados globales seguirá hasta bien entrada la primavera y esperemos que a partir de ahí se empiece a estabilizar”, pronostica. 

España y aperturas

En cuanto a las tiendas, el pasado ejercicio fiscal cerraron con 26 nuevas aperturas de tiendas y prevén cifras similares e incluso por encima para 2022. En España, por ejemplo, se abrirán más centros pequeños y urbanos parecidos al de la calle Goya de Madrid. De hecho, en nuestro país se anunciaron 150 millones de euros para abrir este tipo de formatos los próximos tres años, recuerda el directivo. 

Juvencio Maeztu, director financiero y vicepresidente mundial de Ikea. Enrique Falcón

Y es que el mercado español es muy importante para Ikea. Tanto que ya es el tercero, por detrás de EEUU y Rusia. Las ventas en el mercado nacional -anunciadas hace unas semanas- crecieron un 16,2%, hasta los 1.682 millones de euros en su año fiscal.

Y lo es no solo en términos de facturación, sino como laboratorio de pruebas de muchas de las innovaciones de Ikea. Ejemplo de ello son la tienda urbana de la calle Goya o los procesos de logística fulfilment, desarrollados en el centro de Alcorcón. Además, nuestro país alberga uno de los cuatro hubs digitales que tiene Ikea en el mundo. 

Sostenibilidad

La sostenibilidad se ha convertido en uno de los ejes estratégicos de Ikea. Ingka Group se ha comprometido a invertir 4.000 millones de euros adicionales en proyectos de energía renovable. Estos se suman a los 2.500 millones de euros que se invirtieron en la última década para reducir aún más su huella climática y contribuir a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.

Asimismo, Ingka Investments (el brazo inversor del grupo) apoyó el objetivo de que todas las entregas y servicios a los clientes se realicen con vehículos eléctricos para 2025. Además, Juvencio Maeztu asegura que ya producen más energía renovable de la que consumen. Y en países como Francia van a comenzar a distribuir a través del río Sena para reducir emisiones. 

Todo ello con el triple objetivo de ser asequibles, accesibles y sostenibles y seguir dando pasos para construir la Ikea del futuro. 

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