La horchata de bote es igual de fresca y nutritiva que la artesana. Un juzgado de Valencia ha zanjado la discusión abierta entre productoras que comercializan esta bebida y ha rechazado la demanda por competencia desleal que presentó Mon Orxata SL, con sede en Alboraia, contra Horchata Panach, Mercadona y Puleva.

Según consta en la sentencia, dictada en diciembre y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia, el juzgado de lo Mercantil 3 de Valencia ha concluido que estas empresas no engañan al consumidor y que el término “fresca” proporciona “una información mucho más completa sobre las características del producto comercializado por las demandadas, mientras igualmente se alude a su denominación legal específica como horchata pasteurizada".

“Esa mención se corresponde con la necesidad de conservación del producto en un entorno de refrigeración adecuado y sin ruptura de la cadena de frío”, subraya el magistrado. En este sentido, destaca que “la inclusión de la mención fresca en las presentaciones de los productos comercializados por las codemandadas no solo no integra un ilícito de engaño, sino que actualiza y completa la información que la sola mención de horchata pasteurizada presta a los consumidores sobre las características de esos productos”.

Panach, también con sede en Alboraia, fabrica y comercializa la horchata DO Xufa de Valencia "Xufatopía", en formatos de 250 ml. El producto se pone a la venta a través de supermercados y grandes superficies. En la parte trasera del etiquetaje, se señala que "nuestros maestros horchateros preparan por la noche la horchata que se envasará a las 6 de la mañana para que llegue a tu tienda con la mayor frescura".

Por otro lado, Panach fabrica y envasa el mismo producto, sin la cobertura de la DO Xufa de Valencia, para la comercialización por la cadena de supermercados Mercadona de una horchata pasteurizada bajo la marca Hacendado. A su vez, Puleva distribuye bajo la marca "Chufi", una de las más reconocidas del mercado. La botella incluye la mención "¡fresca de nuestra horchatería!".

Mon Orxata pidió "censurar" varios términos del etiquetaje porque, a su juicio, se introducían conceptos para "generar confusión y error en los consumidores sobre el origen del producto y su tratamiento, por asimilación a la horchata natural, sin serlo".

Pero el juzgado ha rechazado íntegramente la demanda y ha condenado en costas a Mon Orxata. Además, dejó fuera de la demanda a Mercadona porque no produce la bebida, sino que la comercializa. La sentencia no es firme y cabe recurso de apelación. 

Desde Mon Orxata, en declaraciones a este periódico, han confirmado que ya han recurrido la sentencia ante la Audiencia de Valencia. Según estas fuentes, las compañías demandadas están vulnerando la ley al vender horchata pasteurizada como fresca. La empresa está dispuesta a llevar la guerra de la horchata a Europa si la Justicia española no impide esta "publicidad engañosa".

Bebida de moda

La horchata valenciana es una de las bebidas más sanas y refrescantes que hay en el mercado. Su consumo se ha disparado en los últimos años y en países como Reino Unido se ha puesto de moda como bebida vegana. Posee propiedades digestivas muy saludables y es rica en minerales y vitaminas.

Mon Orxata tiene su sede en la cuna valenciana de la horchata. Desde Alboraia, se dedica a la producción y venta no sedentaria (en la calle) de horchata natural fabricada artesanalmente. También dispone de un establecimiento abierto al público en Valencia y la venta se realiza por un precio que oscila entre los 4,5 y 9 euros el litro.

Esta fábrica valenciana abrió la guerra de la horchata tras presentar una demanda en la que acusaba a las grandes distribuidoras y empresas productoras de competencia desleal por el empleo del término fresca para denominar la horchata de bote.

En 2021, Mon Orxata solicitó formalmente al juzgado que retirara la palabra fresca del etiquetado y que obligara a las compañías a colocar la mención “horchata pasteurizada” en la cara principal del envase o “en la zona más visible”.

La empresa denunció que las campañas publicitarias de las empresas demandadas introducían el término fresca “para generar confusión y error en los consumidores sobre el origen del producto y su tratamiento, por asimilación de horchata natural, sin serlo”.

Mon Orxata también cargaba en la demanda contra Puleva, la empresa de la horchata "Chufi". La demanda alertaba de que en el frontal de su etiquetado aparecen las menciones "fresca" y "naturalmente refrescante". Además, argumentó que se incluía "en el lateral izquierdo la mención "¡fresca de nuestra horchatería!" y se señalaba que el producto es "elaborado por nuestros maestros horchateros para que la disfrutes directa desde nuestra horchatería hasta tu nevera".

Así, comunicó al juzgado que "en supuestos semejantes, la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana ha instado la modificación del etiquetado de horchata natural por incluir la mención fresca".

Los análisis

El origen de la batalla judicial se sitúa en la primavera de 2020, un año en el que Mon Orxata y otras familias artesanas crearon "Teleorxata" para distribuir la bebida a domicilio tras la irrupción de la Covid. 

En la campaña publicitaria destinada a su promoción, se difundieron mensajes de "minusvaloración de la calidad y propiedades de la horchata pasteurizada frente a la natural". En particular, "se señaló que la horchata natural dispone de más fosfolípidos y arginina que la soja y que es más rica en vitaminas y antioxidantes naturales, por contraposición a la composición de la horchata pasteurizada", según la sentencia.

Todo ello, dice el juez, "con alusión a estudios técnicos realizados por la Universidad Química de Praga y la Facultad de Farmacia". Sin embargo, la horchata pasteurizada no era el objeto de esos estudios, sino únicamente las horchatas natural y UHT.

A fin de desdecir tal publicidad difundida por Mon Orxata, Panach, una de las demandadas por Mon Orxata, realizó su propia campaña publicitaria, tras haber analizado la horchata comercializada por "Teleorxata". Esos estudios concluyeron que la "horchata pasteurizada presentaba una composición equivalente o incluso superior desde determinadas perspectivas de análisis, en particular sobre la presencia de fosfolípidos y algunas vitaminas".

Mientras, desde Puleva matizaron que "Chufi" incorpora "el sello de la DO Xufa de Valencia, en condiciones respetuosas con su legislación específica".

En ningún caso, alegó la compañía, "se equipara la horchata natural a la pasteurizada por la inclusión de la mención fresca en dicho producto" y denunció que una fábrica "no puede monopolizar el empleo de términos horchatería". "La horchata natural no es más o menos fresca o más o menos artesanal que la pasteurizada", trasladó al juzgado.

El término "fresca"

Entre sus argumentos para desestimar la demanda, el magistrado mantiene que "parece construida por abundancia y recurriendo a criterios de fortuna para tratar que, de una u otra manera, el comportamiento de las demandadas sea objeto de reproche".

"El término fresca alude esencialmente a las condiciones de conservación del producto en cada caso, de la misma manera que se aplica a una amplísima variedad de alimentos destinados al consumo humano", razona. Igualmente, apunta a que "el empleo de los términos artesanal u horchatería no evoca, ni de manera directa o indirecta, un origen empresarial vinculado inescindiblemente a la actora".

La resolución recuerda que la legislación específica aplicable a la comercialización de horchata, que data del año 1988, no regula el empleo de los términos fresca o artesanal para categorizar ninguna de sus variedades admitidas en el tráfico alimentario.

A partir de aquí, "lo que resulta equívoco es que la actora (Mon Orxata) pretenda apropiarse del término fresca para asociarlo, de forma irresoluble como sinónimo o siquiera como eufemismo, a la categoría de horchata natural, a la que después anuda de forma igualmente excluyente la condición de artesanal", reprocha el magistrado.