Desde finales del año pasado, la cesta de la compra ha ido aumentando su precio sin límite alguno. Cada día cuesta más llenar el carrito en el supermercado, especialmente en plena temporada de frutas y verduras de verano. Una situación que preocupa al consumidor español y que mete más presión al Gobierno español.
De hecho, esta semana, el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, arremetía contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y le preguntaba que cuánto costaba un melón a la vez que respondía: “trece euros”. Una cifra que duplica o triplica los precios de un año antes y que sirve para ejemplificar el problema de los precios en España.
Y lo cierto es que, si atendemos al 'Boletín semanal de coyuntura' que elabora el Ministerio de Agricultura, en la última semana actualizada (del 13 al 19 de junio), las crecidas en frutas son evidentes: níspero (+27,49%), manzana roja (+7,91%), ciruela (+11,17%), aguacate (+5,35%), berenjena (+29,51%), espárrago (+13,42%), pimiento verde (+14,06%) o el tomate redondo (+18,99%).
Ya en mayo, Cooperativas Agro-alimentarias de España alertó de que la cosecha de fruta de hueso se ha reducido un 31% en España para la campaña 2022. Por ejemplo, la producción global de fruta de hueso (melocotón, paraguayo, pavía y nectarina) caerá por tercera campaña consecutiva, alcanzando las 896.841 toneladas, un 31% menos que en 2021 y un 39% menos que la media de los últimos cinco años.
La principal razón de esta caída de producción son las heladas. Y la primera gran consecuencia es el elevado precio que encontramos en todos estos productos, aunque no son los únicos. El precio de las lentejas en origen también creció un 4,67%, el de los guisantes secos un 7,2% y el del aceite de soja un 7,72%.
Subida de precios avalada por el Índice de Precios al Consumo (IPC), que en mayo volvió a incrementarse. La inflación cerró el mes en el 8,7% debido al encarecimiento de las gasolinas, los alimentos y los servicios de alojamiento. En concreto, muchos alimentos registran subidas de dos dígitos en sus precios, como la leche (+16,5%) y los cereales (+16,3%).
La marca blanca crece
Y como ocurre en momentos de inflación o crisis, la marca blanca dispara su consumo. En España, su consumo ha subido siete puntos en los últimos tres años en España, debido a la pandemia, llegando su cuota de mercado a un 46,2%, según los datos del informe 'Marcas de distribución: Hábitos de compra, valor de marca y sostenibilidad', publicado por EAE Business School.
El informe señala que España es uno de los países de Europa donde la cuota de mercado de la marca blanca aumenta año tras año, observándose un incremento de 22 puntos desde el 2005 hasta 2021, aunque se estancó cerca del 40% entre los años 2013 y 2018, con leves variaciones.
El estudio muestra que los principales productos de marca blanca que se compran son los productos de higiene del hogar (75,8%), lácteos, yogures y postres (74,5%), alimentos envasados (61,9%) y los productos de higiene personal (60,7%).
No obstante, la marca blanca no es ajena a la subida de precios. Las marcas blancas han subido un 18% sus precios desde enero hasta mediados de abril, ocho puntos porcentuales más que las marcas de fabricantes, que incrementaron sus precios un 10%, según un estudio realizado por la plataforma Gelt.
Esta situación en su conjunto hace que el 72% de los consumidores reconozca que percibe malas perspectivas económicas para España debido a la guerra de Ucrania, la salida de la pandemia y la creciente inflación y la crisis energética, según se desprende del informe 'Global Issues Barometer' realizado por Kantar Insights.