Con 40 años de historia, la Denominación de Origen Ribera del Duero encara un 2023 de “transición” en el que el objetivo será consolidar su presencia en los mercados internacionales tras dejar años marcados por la pandemia, la crisis de suministros y la inflación.
“Se espera una caída del consumo a nivel internacional, por lo que queremos afianzar la presencia en los mercados en los que estamos”, afirma en una entrevista a EL ESPAÑOL-Invertia Miguel Sanz, presidente y director general de la DO Ribera del Duero. Caída que reconoce que puede ser “cortoplacista” y que dependerá del rumbo de la guerra en Ucrania.
Actualmente exportan a once mercados: Suiza, EEUU, México, Canadá, Puerto Rico, China, Alemania, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Reino Unido. En conjunto, representan un 76% del total de las exportaciones. Los tres primeros países son los más importantes. De hecho, México desbanca a China, que antes de la Covid era de los más destacados en ventas. También lo era Rusia, pero la guerra ha cerrado este mercado.
En su 40 aniversario, la DO ha tenido que combatir la inflación con un as en la manga, los vinos de calidad. “El arma para luchar es buscar la diferenciación por la calidad y trabajar para hacer el mejor vino”, asegura el directivo.
Eso no quita para reconocer que tanto Ribera del Duero como el resto del sector del vino se han visto afectados por los incrementos de costes, especialmente el de la energía y las etiquetas, lo que ha llevado a las bodegas a subir el precio del vino.
La sequía
La DO Ribera del Duero finalizó el pasado 12 de noviembre su cuadragésima vendimia, la tercera más larga de su historia, con una duración de 74 días. En ello tuvieron que ver la intensa y larga sequía y las altas temperaturas, que no dejaron respiro ni en las noches que ha hecho que la uva sea “más pequeña” y “más potente en color”, avanza Miguel Sanz, que confirma que a pesar de ello la vendimia es de “calidad”.
Así, la vendimia se cerró con 105 millones de kilos frente a los 109,9 millones del pasado año. En 2022, destaca el incremento de los de variedades blancas, fundamentalmente de albillo mayor. En total, 1.190.797 kilos son de uva blanca autóctona de la DO, casi un 35% más que en la anterior cosecha.
La vendimia de 2022 se realizó manualmente, reduciéndose en esta campaña el empleo de máquinas, con solo el 27,9% de la superficie total. En la actualidad en la DO hay 7.551 viticultores, 26.188,95 hectáreas inscritas y 311 bodegas.
En definitiva, la añada de los 40 años de Ribera del Duero será un espejo de la realidad de la Denominación de Origen, marcada por la diversidad, complejidad, aptitud, creatividad, innovación y resiliencia de quienes transforman la uva en vino.