El Corte Inglés avanza en la negociación del proceso de bajas incentivadas que afectará a 590 trabajadores de más de 59 años. Un proceso que se enmarca en la reestructuración corporativa que supone trasladar a 2.324 trabajadores de oficina a los grandes almacenes para que trabajen como vendedores.
Los sindicatos han adelantado que en la primera reunión mantenida con la empresa este jueves figura que se pagará el 60% del salario fijo a los empleados de 59 años que decidan sumarse al proceso de salida. El 59% a los de 60; el 58% a los de 61 años; el 57% a quienes tengan los 62 años cumplidos. Una vez alcanzados los 63 los pagos desaparecen.
A esta retribución, explica Europa Press, otros pagos variables que irían en forma de bonus o salarios vía especies. La fecha límite para suscribirse a este proceso de salidas será el próximo 31 de diciembre de 2023.
La propuesta incluye también la modificación sustancial de las condiciones laborales y de movilidad geográfica. En este sentido, el impacto de las modificaciones será "sustancial", y podrá comportar un cambio de funciones, cambios de horarios y modificación de jornadas, así como una posterior "adecuación salarial adaptada a las nuevas funciones".
Las organizaciones sindicales se han emplazado a una próxima reunión en la que su objetivo será plantear medidas que minimicen el impacto de las modificaciones sustanciales, así como mejorar el plan de bajas anticipadas.
El grupo que preside Marta Álvarez anunció a finales de febrero este plan de reordenación, que, según la compañía, tiene por objetivo reforzar las tiendas, atender la buena evolución de las ventas y mejorar la atención y el servicio al cliente.
En concreto, el plan se ha diseñado sobre dos premisas: el mantenimiento del empleo y un tratamiento especial para los trabajadores más veteranos (más de 59 años) de la compañía, la mayor parte de los cuales mantienen una larga relación con la empresa.