La nueva propuesta de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, de crear un supermercado público ya tiene respuesta en el sector agroalimentario. José María Bonmatí, director general de la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc, ha rechazado la idea por ser innecesaria.
“No aportaría nada porque tenemos todas las fórmulas disponibles y la capacidad de elección del consumidor es enorme”, ha detallado. Con fórmulas se refiere a hipermercados, supermercados, mercados centrales, tiendas de alimentación... De hecho, ha calificado que se trata de una propuesta que no es necesaria y que es “electoralista”.
“Disponemos de una cadena alimentaria muy competitiva y eficiente y tenemos un modelo equilibrado de formatos”, ha asegurado.
Asimismo, ha asegurado que la cadena alimentaria es “un aliado” del consumidor a la hora de ofrecer más productos y poder hacer más asequible la cesta de la compra.
Una clara defensa ante la propuesta lanzada este fin de semana por Belarra de crear Precios Justos, una cadena pública de supermercados para luchar contra el “oligopolio alimentario” que, en su opinión, está en manos del presidente de Mercadona, Juan Roig.
Caída de la demanda
Esta afirmación la ha realizado la asociación durante la presentación de un estudio que afirma que la contracción de la demanda y la tendencia de los consumidores a comprar productos de menor valor para reducir su gasto en la cesta de la compra son los principales desafíos de distribuidores y fabricantes de gran consumo.
En este sentido, el 60% de las empresas prevé que la actual caída en los volúmenes de compra se mantendrá durante todo el año.
En concreto, el 38,9% de los distribuidores anticipa que cerrará 2023 con una caída en los volúmenes de compra de hasta el 5%, mientras que un 27,8% prevé que la demanda se estancará. En cambio, el 33,3% restante proyecta crecer en volumen.
Las perspectivas de los fabricantes van en la misma línea. El 56% apunta a caídas en los volúmenes de venta de hasta el 10%, mientras que un 14% espera resultados similares a los de 2022 y el 29,7% pronostica crecer.
Subida de precios
Los datos presentados por NIQ constatan que la caída en los volúmenes de compra en lo que llevamos de año es del 2%. Sin embargo, el consumo repuntó en abril, con un crecimiento interanual superior al 4% gracias, en parte, a la Seman Santa.
Este repunte del consumo coincide con una ralentización destacada en el incremento medio de los precios de los productos de gran consumo en el avance de resultados registrado para el mes de abril, que se situó en el 9,5%.
El dato -que Nielsen obtiene en base a las ventas reales de los establecimientos de Gran Consumo- supone un descenso de 4,7 puntos respecto a la subida del 14,2% en los precios del mes de marzo. En cuanto a la evolución del sector, los datos muestran un crecimiento acumulado del 11,3% en valor en lo que llevamos de año.
El actual contexto lo que está provocando es que hayan cambiado los hábitos de compra. Se compra más frecuentemente (4,3 enseñas en 2019 a 4,6 enseñas a 2023). Hago más compras, más frecuentes buscando promociones y marca de distribución. En este sentido, de cara a la segunda parte del año se verán más promociones en los puntos de venta.
“Los hogares tratan de contener el gasto y eso se traduce en más cambios de establecimientos en busca de mejores precios, cestas más pequeñas y una mayor frecuencia de compra, lo que está favoreciendo los formatos de tiendas de proximidad”, ha indicado la directora para el sur de Europa de NIQ, Patricia Daimiel. También se está tirando mucho de la marca de distribuidor que ya alcanza el 48% de cuota.