El sector de la fresa está dispuesto a hablar con la delegación del Bundestag. Aunque sea en el futuro. Tras conocerse la cancelación de la visita a Andalucía de la comitiva germana, la Interprofesional Andaluza de la Fresa y los Frutos Rojos (Interfresa) ha reiterado su invitación para mostrar "la realidad" de los cultivos de Huelva, que insisten tienen acceso legal al agua y cumplen las certificaciones internacionales.
La Interprofesional reacciona así tras conocerse que finalmente el grupo alemán, que iniciaba hoy en Madrid un viaje que se extendía durante la semana para visitar incluso Doñana, no se producirá.
Era una visita que incluía una reunión en Sevilla con el viceconsejero de Sostenibilidad de la Junta, Sergio Arjona. Se apuntaba además a encuentros con agricultores, y en ese contexto Interfresa, que ejerce de portavoz del sector, se había ofrecido a mostrar personalmente a la delegación del Bundestag los cultivos.
Una invitación que mantiene, aunque ahora quede pospuesta a una fecha aún por decidir. Porque el objetivo para el sector se mantiene: mostrar que han "extendido y adoptado sistemas que permiten a los agricultores invertir en ahorro y eficiencia, y son de gran importancia en las comunidades de regantes, ya que así pueden controlar su propio consumo de agua de manera muy precisa, haciendo una gestión responsable y sostenible del agua".
También que su acceso al agua es legal, desvinculándose así de la compleja situación que atraviesa el acuífero de Doñana. Querían que los enviados alemanes lo "comprobasen" in situ en Huelva, donde se cultiva el 98% de la producción española y el 30% del total de la UE.
Una de las certificaciones con las cuentas y en las que incide el sector es la “Spring” de GLOBALG.A.P IFA, que "avala a productores y comerciantes en la gestión legal, eficiente y responsable del agua que usan para el riego".
Para lograrla hay que acreditar que las fuentes de agua utilizadas son legales, así como las tasas de extracción, el seguimiento del consumo de agua, el impacto de los productores en la gestión sostenible de cuencas hidrográficas, entre otros.
Es un requisito que exigen supermercados alemanes como Rewe, Aldi, Lidl, Edeka y Kaufland. En el resto de Europa también lo piden los británicos TESCO, Marks and Spencer y Sainsbury's; los franceses Carrefour y Auchan; o los suizos Migros y Coop, señala Interfresa.
El sector buscaba tener iniciativa en una visita que se iba a producir en un contexto de tensión entre la Junta de Andalucía y el Gobierno por la polémica ley que se tramita en el Parlamento andaluz a iniciativa de PP y Vox para regularizar como de regadío alrededor de 800 hectáreas en el entorno de la Corona Norte de Doñana, del que durante años se ha extraído agua mediante pozos ilegales.
La totalidad de esas hectáreas equivalen al 6% de la actual superficie plantada de fresas y frutos rojos, que asciende a 11.802 hectáreas en esta campaña. El sector temía que el debate sobre la norma les salpicara y acabara por suponer un golpe reputacional para el conjunto de empresas dedicadas a esta actividad, que destina el 80% de la producción a la exportación.
De esas ventas al exterior, que ascendieron a 1.300 millones el año pasado, la mayoría las protagonizó Alemania. El país representa el 33 % de las ventas, con 399 millones de euros al año, seguido de Reino Unido, el 25,7 %, y Países Bajos, un 11 %, según datos de la Asociación Onubense de Productores y Exportadores de Huelva (Freshuelva).
Este protagonismo convertía en fundamental la visita de la delegación del Bundestag. A tenor de los acontecimientos, Interfresa ha insistido una vez más en el diálogo, sobre todo para aclarar, dicen, la campaña de la asociación alemana Campact, que pedía a las cadenas de supermercados del país que no vendan fresas de España para no contribuir a la desecación del parque.
"Hemos mostrado siempre nuestra disposición para entablar conversaciones con instituciones y distribuidores para aclarar la falta de rigor de esta campaña, que es insidiosa y dañina para la industria", remarca ahora Interfresa, que apunta a que hace días ya se dirigió por carta "tanto a los diferentes ministerios como a la embajada alemana en nuestro país" para expresar su posición.
"Una vez más, apelamos a la responsabilidad de las autoridades y administraciones públicas para que actúen con prudencia y en aras del interés general, exigiendo que cualquier comentario tome como base la información rigurosa y el conocimiento técnico", concluye.