El psicodrama de la patata: por qué nadie entiende que los precios hayan subido un 23% en el último año

Un 22,9% más caras que hace un año. Así están a día de hoy las patatas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). De todos los alimentos que se han encarecido en el último año, el del zarpazo de la inflación, el tubérculo ostenta una de las mayores progresiones: sólo le superan el incremento del aceite de oliva (de 38,8%) y del azúcar (un 44% más caro). Pero en el caso de la patata nadie sabe por qué sube.

No lo entienden los productores. Si las subidas del oro líquido se explican por la sequía y el temor a una menor producción, y la del azúcar por los vaivenes internacionales que le afectan y el temor a El Niño, la de la patata es otra historia.

Porque no parece haber tenido graves problemas de producción en el campo. De acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, las estimaciones de producción de hortalizas de la cosecha 2023, indican, respecto a la anterior campaña, un ascenso en la patata extratemprana (+5,7 %) y un ligero descenso en la temprana (-0,6 %). No hay por ahora graves previsiones sobre la patata tardía.

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Tampoco se ha encarecido de forma alguna su precio en origen. Al contrario. En la última semana analizada por el Ministerio, la que va del 28 de agosto al 3 de septiembre, se pagaba en origen una media 33,57 euros por 100 kilos. Es un 7,59% menos de lo que se pagaba exactamente un año antes.

Si se analiza lo que ha pasado desde que arrancó el año, periodo en el que según el INE la patata se ha encarecido un 13,8%, se observa que el descenso en los precios de origen ha sido aún más acusado: ha caído un 19,3%.

Patatas. Europa Press

¿Y entonces? ¿Por qué se paga a más 1,80 euros el kilo, aproximadamente, en lineales?

"Lo que ha ocurrido es que aquí hubo un momento de crisis a mediados de junio y casi julio en el que se alcanzaron niveles de precios altísimos a consecuencia de lluvias en la zona del sur. Fue una cuestión puntual, de pocos días, pero el valor de la patata no ha bajado", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Alberto Duque, responsable de patata de COAG.

En aquellos días, que llegaron poco después de que Fepex estimase que la sequía en Andalucía podría reducir en un 30% la producción de patata, el campo sintió el miedo. Se llegó a vender la patata a 0,75 el kilo, ahora lo hace a treinta céntimos. Pero para el consumidor no ha habido rebaja.

"Nosotros no sabemos a ciencia cierta quién está ganando más de lo debido. Entendemos que es la distribución o alguna industria. Porque el transportista seguro que no", afirma.

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La situación la denunció hace un par de semanas la otra gran organización agraria, Asaja, desde Castilla y León, donde se produce un 40% del total.

Emitió entonces un comunicado en el que aseguraba haber detectado "unos precios inusualmente altos en buena parte de la gran distribución, que ofrece la 'patata nueva española' a precios de entre 1,70 e incluso 1,80 euros el kilogramo".

"El precio se ha multiplicado por seis y eso es una barbaridad", asegura a este periódico Donaciano Dujo, presidente de la organización en la comunidad, que afirma que en el campo "no ha pasado nada" que justifique esa subida. 

Coincide Duque. "Al consumidor se le está cobrando a unos niveles que desde nuestro punto de vista son excesivos, puesto que sabemos lo que viene costando envasar una patata o lavarla", apunta.

Canarias, tensión con la papa

Mientras, en Canarias acusan otro problema más grave de precios. Sin importar patata de la península para evitar plagas, han acabado por tropezarse con una en su principal punto de importación, Inglaterra: la del escarabajo de la papa.

Los buques ingleses se dieron la vuelta y se disparó la alarma sobre la posible escasez de un producto básico que en la última semana se ha encarecido un 60% en las islas, según recogen medios locales. Ha pasado de costar el kilo 1,85 euros a rozar los 3 euros.

Desde COAG se ha apuntando a que la especulación puede estar detrás de este incremento, dado que se busca la importación de otros países para que no haya escasez. El gobierno canario, mientras, asegura que no hay riesgo de desabastecimiento.

Para mantener esa frase, Canarias estudia importar patatas de zonas del Reino Unido no afectadas por la plaga, como Irlanda del Norte o Escocia.

Patatas. Europa Press

Pero es de esperar que eso tenga un coste añadido. De acuerdo con un reciente informe de ING, los cambios bruscos de clima en la primera mitad del año han afectado a la producción en el noroeste de Europa. Hay países, como Irlanda, que no van a poder permitirse vender tanto, asegura Duque.

Otro afectado en esa zona es Francia, "el mayor exportador de patata en Europa", recuerda Duque, y cuya evolución será determinante para que el precio en nuestro país siga -o no- subiendo.