Regresa la ley del 'tupper'. Con la legislatura ya en marcha, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a este proyecto de ley, que fue originalmente enviado a las Cortes a finales de 2022 y no completó su tramitación por la convocatoria de elecciones anticipadas en mayo.
"El vigor y la actualidad del tema es total", ha enfatizado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que ha desgranado los principales efectos de esta ley. A saber, bares y restaurantes tendrán la obligación de facilitar al consumidor que pueda llevarse, sin coste adicional alguno distinto, los alimentos que no haya consumido.
También quiere imponer a los supermercados con tiendas que superen los 1.300 metros cuadrados a contar con una convenio con bancos de alimentos u ONG para "proveer de aquellos alimentos que puedan ser utilizados, pero con fecha próxima a su final de vida".
Asimismo, se promoverá el consumo de los llamados "alimentos feos", aquellos que por su apariencia puedan dar la falsa impresión de que no son óptimos para el consumo. El ejemplo, las manchas de los plátanos de Canarias.
Los supermercados deberán disponer de líneas de venta de esos productos, o promover el consumo de productos de temporada, de proximidad o ecológicos.
Además, la norma animará a incentivar la venta de productos con la fecha de consumo preferente o de caducidad próxima, de acuerdo con la jerarquía de prioridades de uso.
El proyecto de ley recupera en su mayoría el contenido de la iniciativa que decayó en mayo, con, además, una "segunda vuelta de tuerca": que los alimentos, en el caso de no ser consumidos, puedan ser usados como cremas o mermeladas. Si esta opción tampoco es posible, podrá usarse para alimentación de animales.
Ley "pedagógica"
Son los aspectos más destacados de una ley que, ha insistido Planas, tiene dos vertientes, la obligatoria y otra "pedagógica". "Habrá quien piense que hemos perdido el tiempo, pero diría que ese sentido pedagógico de la ley ya esta ahí", ha indicado.
Se refería así el aumento de concienciación entre la población sobre la necesidad de reducir el desperdicio de alimentos. Según los datos del Ministerio, entre 2021 y 2022 se ha reducido un 6,1% el desperdicio en España y, si se compara con el periodo prepandémico, la reducción ha sido del 13,5 %.
Pero aún hay cifras de desperdicio altas. Más de 65 kilos de alimentos por hogar se pierden cada año en nuestro país, ha remarcado Planas. De acuerdo con datos de la FAO, a nivel global se desperdicia el 30% de la producción alimentaria; en la UE, ronda el 20%.
Es una pérdida que se concentra en el proceso de transformación, donde se va el 40% del total; otro 40% se pierde en hogares, un 15% en el sector Horeca y el 5% restante en la distribución.