Endesa no tuvo un buen 2019. La compañía registró un beneficio de 171 millones de euros, lo que supone una reducción del 88% tras cerrar todas sus centrales térmicas de carbón.
Tras y como notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ese cierre supuso anotarse unas pérdidas de 1.300 millones de euros.
Además, Endesa se ha anotado una pérdida de 404 millones de euros en su negocio de las Islas fruto del nuevo sistema de retribución de los costes de mantenimiento y operación.
Según ha explicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el importe recuperable de las Unidades Generadoras de Efectivo por cada uno de los territorios: Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, resulta inferior al valor neto contable que tenían a 31 de diciembre de 2019.
Es por ello por lo que ha decidido registrar en las cuentas de ese ejercicio ese deterioro de 404 millones de euros. Sin embargo, la entidad que lidera José Bogas asegura que esas pérdidas no tendrán impacto alguno en la política de dividendos de la sociedad.
Según explica en su Información Relevante, la política de dividendos para el 2019 será igual al 100% del beneficio ordinario neto atribuido a la Sociedad Dominante en las cuentas Consolidadas. Así, el beneficio ordinario neto del grupo alcanzó en 2019 los 1.562 millones de euros, lo que supone un incremento del 3% frente a los 1.511 millones de euros de hace un año.