Iberdrola sigue dispuesta a acelerar su plan de energías verdes en España. Así lo ha dicho el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien considera esencial adelantar los objetivos en materia de cambio climático de 2030 a 2025, lo que supondría una inversión de más de 32.000 millones de euros y generaría 90.000 empleos.
El directivo ha hecho suya la hoja de ruta de las recomendaciones de la CEOE que contempla reorientar la fiscalidad (para que pague más quien contamine más), modernizar el mercado eléctrico, agilizar los procesos administrativos (que hacen que un proyecto energético tenga que esperar en ocasiones, hasta cinco años para obtener el permiso); apostar más por la inversión en I+D+i; mejorar la capacitación de los profesionales; y diseñar una política industrial, entre otros.
Galán ha advertido que esta crisis va a generar una gran competencia por captar inversiones entre países y que hay algunos gobiernos europeos que ya están dando facilidades en materia fiscal y legislativa para adaptarse a este nuevo entorno. Ha citado, en concreto, a Francia y Alemania.
El directivo también ha destacado la necesidad de aumentar las inversiones en redes de distribución eléctrica, "vital" para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones, para lo que pidió la eliminación del límite máximo de inversión, fijado por Ley en el 0,13% en esta parte de las redes, y que podría ayudar a generar "hasta 40.000 empleos en España".
Además, Galán señala la oportunidad que representan en la transición energética otras tecnologías, como el almacenamiento, donde una inversión de 5.000 millones de euros en bombeo hidráulico o en baterías favorecería la generación "de 14.000 empleos en la España vaciada", o la climatización y la implantación de las bombas de calor, que significaría 40.000 millones de euros de inversión y 110.000 empleos.
Asimismo, insta "a no perder" el tren del desarrollo de nuevas tecnologías como la del hidrógeno verde, ya que descarbonizar el 25% del hidrógeno industrial implicaría inversiones de más de 4.000 millones de euros y la creación de 11.000 empleos en una nueva industria nacional.