En marzo, en pleno estallido de la pandemia, la energética lanzó un fondo dotado con un total de 25 millones de euros, de los que 12 millones de euros se han invertido ya en ayudas directas para la adquisición de material sanitario y donaciones a instituciones públicas y privadas volcadas en la lucha contra la crisis sanitaria, en una primera fase del plan.
Ahora, el grupo dirigido por José Bogas ha completado el diseño de la segunda fase de este plan, que se sostiene sobre dos ejes: Endesa Familias, donde la inclusión social es el objetivo a través de proyectos de apoyo a familias en situación de vulnerabilidad en los territorios más afectados, y Endesa Activa, enfocado a la reactivación económica y medidas que propicien la reactivación del tejido empresarial español.
En el caso concreto de Endesa Familias, el grupo tendrá en cuenta la educación como necesidad básica y, así, se trabajará para paliar la brecha digital que se abre entre niños y jóvenes de diferente entorno económico cuando la educación se convierte en virtual y se necesitan herramientas específicas para acceder a las aulas.
Además, el empleo es otra de las necesidades más acuciantes derivadas de esta crisis, por lo que la formación para acceder al mercado de trabajo es otra de las vías de ayuda del programa, a través de programas para fomentar la empleabilidad en colectivos en situación vulnerable en desempleo derivado de la pandemia, entre otras medidas.
Mientras, a través de la iniciativa Endesa Activa se ofrecerá asesoramiento, digitalización y apoyo económico a pymes, un elemento clave del tejido empresarial y especialmente impactado por la pandemia.
También se abordarán planes específicos de reactivación local a través de colaboraciones con entidades e instituciones especialistas en el 'mentoring' individualizado de empresas que permitan adaptarse a la situación post-Covid y aseguren su subsistencia.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, señaló que "la capacidad de la sociedad para, con agilidad, unir esfuerzos y volcar la dirección de sus proyectos hacia un foco distinto y solidario, debe ser una de esas lecciones aprendidas que han llegado para quedarse". "La vida es impredecible, cierto, pero hace falta un esfuerzo de todos para superar los retos, eso sí es predecible", añadió.
La energética indicó que con esta segunda fase quiere reforzar un mensaje que forma parte de su estrategia global: "la necesidad de no dejar a nadie atrás, en cualquier transición energética, económica o social que se plantee". "La transición justa, la sostenibilidad, exige que el bien sea para todos", señaló.
Medidas durante el estado de alarma
Durante el estado de alarma por la pandemia, Endesa ha gestionado una de cada dos peticiones de suspensión de contrato de electricidad realizadas. En concreto, 15.182 (el 55% del total nacional) y el 47% de las solicitudes de aplazamiento del pago de las facturas, lo que ha permitido a 14.406 clientes de la compañía aplazar el pago de la electricidad durante lo peor de la crisis.
Además, la compañía ofreció, voluntariamente, el aplazamiento del pago a clientes domésticos, con buen historial de pago, que por ley no iban a sufrir cortes de suministro, pero para que tuvieran facilidades en sus facturas.
Endesa también ha recibido 2.541 solicitudes para acceder al bono social de trabajadores autónomos que han cesado su actividad o reducido su facturación en un 75% por la pandemia y no superaban determinados niveles de renta, los nuevos supuestos reconocidos para acceder al bono social durante el estado de alarma.
Asimismo, ha realizado 67.347 solicitudes de modificación de potencia para adecuar la potencia eléctrica contratada por las empresas o autónomos a las nuevas condiciones provocadas durante la crisis y reducir así sus costes fijos, lo que supone que la compañía ha atendido el 57% de las 117.494 peticiones de ajuste realizadas por todo el sector eléctrico en España.