Grandes ejecutivos de multinacionales del sector energético, industrial y automovilístico han mostrado su apoyo al plan de la Comisión Europea 'Next Generation EU' para relanzar la economía frente a la crisis por el coronavirus, pero han pedido que este 'acuerdo verde' esté respaldado por un marco de política industrial "inteligente", con reformas fiscales y un sistema de fijación de precios de CO2, y que esté acompañado de condiciones favorables para una transformación industrial.
En una carta remitida a los principales líderes políticos del Viejo Continente, la 'CEO Initiative for Europe's Recovery, Reform and Resilience', de la que forman parte el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, o los primeros ejecutivos de ABB, Volkswagen, E.ON, SAP o Scania, entre otras empresas, muestran su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París y subrayan que, a pesar del desafío que representa la pandemia del Covid-19, "están listos" para apoyar el plan de la UE e "impulsar las economías a corto plazo".
"Pero también para prepararnos para la transformación a largo plazo y construir una Europa más resistente, digitalizada, próspera y sostenible para las generaciones futuras", añaden en la misiva enviada a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, o la presidenta interina del Consejo Europeo, Angela Merkel, entre otros.
Medidas con efectos inmediatos
En este sentido, la asociación de CEO's considera necesario priorizar las medidas que tengan "efectos positivos inmediatos" sobre el empleo, contribuyendo al desarrollo sostenible y que están en línea con los objetivos ambientales del pacto 'verde' europeo (European Green Deal) para 2030 y 2050.
Asimismo, pide retirar las barreras existentes para las inversiones del sector privado en bajas emisiones de carbono y tecnologías de emisión cero, energías renovables, la eficiencia energética y la economía circular.
Además, exige fomentar reformas fiscales y un sistema de fijación de precios de CO2 que introduzca "una ambiciosa" fijación de precios del carbono y como elemento central de un sistema futuro, que envíe una señal de precios "efectiva" al mercado, "al tiempo que garantice una transición socialmente justa para los ciudadanos europeos y alcance una reducción de emisiones específica".
Igualmente, la iniciativa aboga por apostar por las tecnologías digitales y las finanzas sostenibles "como facilitador de la transición" hacia una economía circular y sin emisiones de carbono.