El borrador de la Ley de Cambio Climático que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, presentó hace poco más de un mes en el Congreso de los Diputados, dibuja un claro perdedor: los combustibles fósiles para el transporte.
Al menos eso es de lo que se queja la Asociación de Operadores Petrolíferos, AOP. Según ha explicado su presidente, Luis Aires, también presidente de BP España, durante la la jornada virtual 'Balance Energético, Perspectivas y Planes de Reactivación', "en el artículo 12 del borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética se dice que a partir de 2040 no se podrán comprar vehículos de combustibles fósiles, así que nos hacemos la pregunta: ¿quién va a tener la osadía de invertir en tus productos si la regulación va a impedir el desarrollo de los combustibles cero emisiones?".
Aires ha asegurado que "tenemos las mejores refinerías de Europa, que generan empleo estable y además, estamos invirtiendo en innovación y en medidas de eficiencia energética para reducir nuestras emisiones de CO2".
De hecho, el sector presentó a principios de año su Plan de reducir y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. "Tenemos proyectos para desarrollar productos como los biocombustibles procedentes de los residuos, el hidrógeno verde y otros eco combustibles líquidos".
Según ha explicado, "si empezamos a analizar los combustibles, la gasolina comienza tener más peso que el gasóleo, lo que significa que se están vendiendo más vehículos a gasolina (el 67% del total de 2019) respecto a los de diésel (30%), justo lo contrario que hace cinco años".
"¿A qué se debe?" se ha preguntado, "a una creencia que se ha generalizado de que los diésel son más contaminante y que, por tanto, va a haber mayores restricciones de circulación de estos vehículos en el futuro".
Pero para Aires, "no es verdad, porque los vehículos nuevos han conseguido reducir la emisión de partículas en un 85% y además son menos emisores de CO2 que los de motor de gasolina".