La utilización de biometano copará el 40% del consumo total de gas natural como combustible de vehículos para 2030, lo que permitirá experimentar una reducción del 55% de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la movilidad para esa fecha.
Según datos las previsiones de la Asociación Europea de Biogás (EBA) y NGVA Europe, recogidas por Gasnam, el biometano alimentará una flota estimada de más de 13 millones de vehículos en 2030, con un ahorro de 15 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Gasnam resaltó que el uso de biometano como combustible en vehículos "ya es una realidad" en muchos países europeos y recordó que de las 4.120 estaciones de servicio de GNC y GNL operativas en la actualidad en Europa, más del 25% suministra este combustible.
La asociación destacó que la producción local de combustibles "limpios" como el biometano fomenta la creación de empleo local y ayuda a las ciudades a reducir "significativamente" las emisiones de CO2 y la contaminación del aire.
En este sentido, subrayó que la Unión Europea tiene el objetivo de recortar un 60% las emisiones del transporte en 2050 en comparación con los niveles de 1990, para lo que, en su opinión, "todas las tecnologías deberán desempeñar un papel en la transición a la neutralidad de carbono, especialmente en el sector del transporte".
"La promoción de vehículos eléctricos y la infraestructura relacionada es crucial, pero ya sabemos que esto no será suficiente para alcanzar ese objetivo de una manera rápida y rentable", explicaron desde la organización.
Así, subrayaron que el biometano tiene "en ocasiones" niveles superiores de reducción de emisiones de CO2 en comparación con la movilidad eléctrica, al tiempo que resaltaron que este ofrece oportunidades de despliegue inmediato, fabricación de motores y automóviles en la UE y un impacto positivo directo en la descarbonización de todos los segmentos de transporte.