El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha autorizado la renovación de la autorización de explotación de las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres) y de Vandellós II (Tarragona), una luz verde que emitió hace unos días el Gobierno, definitiva ahora tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En el caso de la central de Vandellós II, la autorización tiene efecto desde el pasado 27 de julio de 2020 y tendrá una validez de diez años. En todo caso, el titular podrá solicitar una nueva renovación antes del 31 de marzo de 2029.
En el caso de la central de Cáceres la autorización tendrá validez hasta el 1 de noviembre de 2027 para la Unidad I, y hasta el 31 de octubre de 2028 para la Unidad II, que serán las fechas de cese definitivo de explotación de estas unidades.
La central nuclear de Almaraz es propiedad de Iberdrola, principal accionista con una participación del 53%, Endesa (36%) y Naturgy (11%). Por su parte, la central nuclear de Vandellós II, propiedad de Endesa (72%) e Iberdrola (28%) ha recibido la renovación por un periodo de diez años a partir del 26 de julio de 2020, así hasta 2030.
Estas renovaciones fueron solicitadas por las entidades que explotan actualmente ambas plantas. El gabinete dirigido por Teresa Ribera ha realizado la preceptiva tramitación de las dos solicitudes, tras el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Según el calendario fijado para la clausura del parque nuclear, tras alcanzarse un acuerdo entre la empresa estatal de residuos ENRESA y los titulares de las plantas en marzo de 2019, Almaraz I será la primera en cerrar, en 2027, seguida de Almaraz II, que lo hará en 2028, y de Ascó I, en 2029.
De esta manera, a finales de 2030 se habrán clausurado hasta cuatro plantas, ya que a lo largo de ese año cerraría Ascó II. Para el lustro siguiente, quedarían Cofrentes, Vandellós II, que pararían en 2033 y 2034, respectivamente, y Trillo, que ya en 2035 pondría el fin a la nuclear en España.