Asia ha ganado la batalla tecnológica mundial de las baterías. Según el estudio 'Innovation in batteries and electricity storage' realizado conjuntante por la Oficina Europea de Patentes (OEP) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) Europa está muy lejos de competir con gigantes asiáticos como Japón, Corea, sobre todo, y por detrás de ellos, China.
Sin embargo, no todo son malas noticias para los europeos, en concreto para Alemania. Es la única para más de la mitad de las patentes originarias de Europa en innovación en el almacenamiento de electricidad. Pero a diferencia de Japón, la República de Corea y China, los ecosistemas de innovación de baterías que se observan en Europa y, también en Estados Unidos, involucran una mayor proporción de patentes de pequeñas empresas y universidades.
El informe señala que en 2018 se publicaron más de 7.000 familias de patentes internacionales (IPF) relacionadas con el almacenamiento de electricidad, frente a 1.029 del año 2000.
Lo más interesante es que se ha producido una aceleración notable desde 2005, con una tasa de crecimiento del 14% hasta 2018, en comparación con solo el 3,5% en promedio para todas las áreas tecnológicas de la economía.
Baterías para vehículo eléctrico
Esto refleja en pequeña parte el uso de baterías en una gama cada vez mayor de dispositivos y herramientas personales, pero los hallazgos de este informe apuntan a un factor mucho más importante en los últimos años: las tecnologías de energía limpia, en particular la movilidad eléctrica.
Con la creciente importancia de la movilidad eléctrica en el lado de la demanda y de las fuentes de energía renovables variables (es decir, que dependen de las condiciones climáticas) en el lado de la oferta, el equilibrio temporal se ha convertido en un desafío clave.
Las baterías representan casi el 90% de toda la actividad del proceso de patentes en el ámbito del almacenamiento de electricidad, y que el aumento de la innovación se debe principalmente a los avances logrados en cuanto a las baterías de iones de litio recargables utilizadas en dispositivos electrónicos de consumo y coches eléctricos.
Según el Escenario de Desarrollo Sostenible (SDS) de la Agencia Internacional de Energía (AIE), para 2040 se necesitarán cerca de 10000 GWh de baterías y otras formas de almacenamiento de energía, en comparación con los 200 GWh actuales.
Almacenamiento estacionario
Los avances tecnológicos también están impulsados por la necesidad de integrar cantidades más grandes de energías renovables como la eólica y la solar en las redes eléctricas.
Desarrollar un almacenamiento de electricidad mejor y más barato es un importante reto para el futuro: de acuerdo con el escenario de desarrollo sostenible de la AIE, para que el mundo cumpla los objetivos en materia de clima y energía sostenible, de aquí a 2040 harán falta cerca de 10.000 gigavatios-hora de baterías y otras formas de almacenamiento de energía en todo el mundo, es decir, 50 veces el tamaño del mercado actual.
"La tecnología de almacenamiento de electricidad es vital cuando se trata de hacer frente a la demanda de movilidad eléctrica y lograr dar el giro hacia la energía renovable que se necesita si es que queremos mitigar el cambio climático", afirma el presidente de la OEP, Antonio Campinos.
"El aumento rápido y sostenido en materia de innovación de almacenamiento de electricidad demuestra que los inventores y las empresas están abordando el reto de la transición energética. Los datos sobre patentes revelan que, si bien Asia encabeza firmemente este sector estratégico, EEUU y Europa pueden contar con un nutrido ecosistema de innovación, incluida una gran cantidad de pymes e instituciones de investigación, que les permita permanecer en la carrera para la próxima generación de baterías".
EEUU y Europa, diferencia comparativa
El estudio señala también que las tendencias en las patentes de almacenamiento de electricidad son particularmente relevantes con las circunstancias actuales. A medida que el impacto de la pandemia de Covid-19 se siente en todo el mundo, con muchos países enfrentando un futuro económico incierto en los próximos años, los gobiernos buscan impulsar sectores escalables, limpios e intensivos en tecnología.
Y se pone como ejemplo la crisis financiera de 2008. Entonces Estados Unidos asignó fondos de estímulo económico al área en 2009-2012.
Pero el informe señala que si bien, en teoría, el almacenamiento de electricidad puede combinarse con cualquier servicio energético, la electrificación en el sector del transporte depende en gran medida de la innovación continua en la tecnología de baterías.
Si bien los vehículos eléctricos en la carretera representan hoy solo el 1% del total de vehículos (y poco menos del 3% de las ventas anuales), la carga de baterías en vehículos eléctricos se convertirá en la mayor fuente individual de demanda de electricidad, lo que representa alrededor de 5% de la demanda mundial para 2050.