La industria mundial del gas no está cómoda con las previsiones de sus analistas. Y así se ha podido ver en la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Miembros del GECF (Gas Exporting Countries Forum).
Su objetivo es el de mantener la seguridad de la demanda y el suministro de gas natural, pero según su último informe, es necesario garantizar inversiones suficientes a lo largo de toda la cadena de valor del gas. Y debe hacerse, advierten, entre todas las partes interesadas del mercado del gas.
Pero la pandemia amenaza el futuro estable que se preveía a inicios de 2020. Según Hussein Moghaddam, analista sénior de Previsión de Energía del Departamento de Economía y Previsión Energética de GECF, todos los aspectos de la economía mundial, incluidos los proyectos de inversión en la industria del gas natural, se han visto fuertemente afectados por el brote de la Covid-19.
Recortes en la inversión
Asegura que siempre es un desafío desarrollar un pronóstico a corto plazo preciso para las decisiones tácticas. En ese contexto, muchas empresas de inversión en gas se han visto obligadas a revisar su presupuesto de inversión de capex 2020 en un 25% en comparación con los planes de inversión que se habían esbozado anteriormente para todo el año.
Por ejemplo, Royal Dutch Shell anunció que planea recortar los activos de petróleo y gas en hasta 22.000 millones de dólares, o ExxonMobil planea reducir su gasto de capital en 2020 en un 30% a 23.000 millones de dólares.
Nadie esperaba al inicio de la crisis que este fenómeno pudiera extenderse a una velocidad tan alarmante y provocar la casi paralización de la actividad económica.
El equilibrio entre la salud de la sociedad y el crecimiento económico mediante la imposición de medidas sanitarias restrictivas ya ha puesto de rodillas a la inversión mundial al tener efectos inmediatos y consecuencias duraderas.
En respuesta, los gobiernos de todo el mundo han emitido planes de inversión para incentivar las inversiones extranjeras y nacionales durante estos tiempos difíciles. Al mismo tiempo, también para proteger los proyectos en curso de cualquier colapso progresivo.
El número de factores no eran predecibles al comienzo del año. Sin embargo, influyó en la disminución de la inversión, incluido el estrés económico global, las barreras prácticas en el camino a la implementación de proyectos y los problemas que ocurrieron en la cadena de suministro. Eso es, interrupciones y retrasos que se debieron principalmente a la pandemia.
El midstream, la clave
Las oportunidades de inversión en la industria del gas están determinadas por las actividades upstream y la infraestructura comercial, incluida la licuefacción, el gasoducto y la regasificación como midstream.
Antes de 2020, la inversión histórica en upstream entre 2010 y 2019 fue de casi 800.000 millones de dólares en todo el mundo, lo que indica un tremendo aumento acumulativo del 78% en comparación con el volumen de inversión durante la década de 2000.
Se realizó una inversión adicional de 310.000 millones de dólares en transporte de gas y en infraestructura comercial entre 2010 y 2019. Esto representa un aumento del 67% en comparación con la inversión realizada entre 2000 y 2009.
Uno de los factores clave que explican el enorme crecimiento de la inversión global en gas durante la década de 2010 fueron los ambiciosos planes de producción de gas de esquisto de Estados Unidos a partir de recursos no convencionales.
En 2012, Estados Unidos superó a Rusia por primera vez desde 1982 en la producción de gas debido a una intensa inversión en la exploración y producción de gas de esquisto. Entre 2012 y 2019, se invirtieron alrededor de 510.000 millones de dólares en actividades de upstream de gas en la región de América del Norte, lo que representa el 64% de las inversiones globales de upstream en la última década.
Crisis a la vista
La actual crisis pandémica no es un desafío emergente para la inversión del sector energético, ya que este sector ya experimentó otra situación caótica en 2008 cuando la crisis financiera redujo considerablemente las inversiones en energía en todo el mundo.
Sin embargo, por segunda vez en este siglo, la industria del gas está experimentando una situación confusa en la pandemia de 2020, que es mucho más grande y generalizada que la que sucedió en 2008.
Es evidente que el efecto de la pandemia sobre la inversión en gas es significativo a corto plazo (2020-2022), debido a dos cuestiones entrelazadas:
1. Los inversores plantean preocupaciones sobre el nivel de demanda de gas. Hasta ahora, la pandemia ha tenido un impacto abrupto en la economía mundial que ha reducido la demanda de gas natural. Actualmente, la incertidumbre sobre cuándo terminará la pandemia está alimentando las dudas de los inversores para apoyar nuevos proyectos.
2. Los precios del gas natural ya son más bajos en comparación con el período anterior a la crisis, junto con los mercados de gas con exceso de oferta. El riesgo de que los niveles de almacenamiento se acerquen a la capacidad puede incluso causar precios negativos debido a respuestas descoordinadas de vendedores, comerciantes y otros proveedores intermediarios.
Hay señales provenientes del inventario europeo de almacenamiento de gas que indican que el exceso de oferta puede afectar la capacidad e impactar sustancialmente los precios del mercado mundial del gas.
Dicho esto, según la Gas Infrastructure Europe a finales de agosto de 2020, el almacenamiento de gas europeo era del 91,46% de la capacidad, en comparación con la media de cinco años de aproximadamente el 78%.
El GNL, la esperanza
Aunque la inversión global en los mercados del gas se ha frenado, sin embargo, según las previsiones del GECF, las perspectivas a largo plazo para la inversión en gas son prometedoras, con algunas incertidumbres.
Tradicionalmente, el crecimiento de la demanda ha sido un factor importante que ha influido en la inversión de gas tanto en infraestructura comercial como en upstream. No obstante, en los últimos años, la industria del GNL está protagonizando ese cambio sobre todo con las terminales flotantes de gas natural licuado.
En el futuro, la financiación de un proyecto para los mercados de GNL puede hacerse de manera diferente a como estaba antes. Se va a requerir más innovación y flexibilidad, ya que el mercado podría fragmentarse cada vez más.
Por otro lado, se espera un crecimiento en el consumo de GNL en las próximas décadas debido al crecimiento de la población, la creciente prosperidad económica en países en desarrollo como China e India, regulaciones gubernamentales favorables y acciones para reducir la contaminación del aire.
Aún así GEFC ve difícil la financiación de nuevas infraestructuras de GNL con deuda sobre proyecto, que requiere acuerdos de compra y venta a largo plazo.
En resumen, el GECF espera que el nivel de inversión crezca a medio plazo (2020-2030) y largo plazo (2020-2050) en más de 4.700 millones de dólares y 8.900 millones de dólares, respectivamente.
La demanda mundial de gas aumentará a más de 5.800 bcm en 2050. Sin embargo, comienza una era de disminución de la inversión en la cadena de valor del gas natural. Esto creará un déficit en los niveles de producción y, por lo tanto, se necesita más cooperación para respaldar las inversiones en toda la cadena de valor del gas para satisfacer la creciente demanda.