Endesa ha adjudicado a la UTE (Unión Temporal de Empresas) Moncobra-Rebilita los trabajos de desmantelamiento de la central térmica Teruel, situada en Andorra, una operación que movilizará a unas 140 personas de mano de obra directa que se ocuparán de los trabajos durante 48 meses, informó la compañía.
La energética indicó que el 80% de los trabajadores que participarán en las labores de desmantelamiento serán de Andorra y de localidades próximas a la central.
En concreto, esta adjudicación es parte del gasto, que supera los 60 millones de euros, al que tendrá que hacer frente Endesa para dejar el emplazamiento en condiciones de poder afrontar técnicamente el desarrollo renovable previsto para la zona.
La fecha prevista de implantación e inicio de trabajos para la ejecución de infraestructuras de obra será el mes de octubre, una vez obtenidas las autorizaciones correspondientes. El inicio de los trabajos de desmantelamiento tendrá lugar a lo largo del mes de noviembre.
El equipo humano que se ocupará de los trabajos de desmantelamiento procederá en su mayoría de antiguas empresas contratistas de Endesa. También de residentes en las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Aragón. El grupo señaló que, dentro de su compromiso con la sostenibilidad, ha dado prioridad en el concurso de adjudicación de la obra, entre otros aspectos, a la oferta que ha incluido el mayor número de trabajadores locales.
Para la capacitación de estos trabajadores se están realizando acciones formativas, que tienen por objeto mejorar la confianza, el arraigo con la comunidad local y la empleabilidad de los trabajadores de la zona, una de las medidas de creación de valor compartido contempladas en el plan Futur-e de Endesa.
Los cursos se están realizando en el marco del acuerdo de colaboración entre el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), el Ayuntamiento de Andorra y Endesa. Están estructurados en tres programas de formación profesional en los que participarán 950 alumnos que serán seleccionados por el INAEM.
Así, la formación está centrada en tareas de desmantelamiento de las instalaciones de la central, en concreto en la prevención de riesgos laborales, y contará con la participación de 200 alumnos, repartidos en cuatro convocatorias. También se impartirán cursos dirigidos al montaje y a la operación y mantenimiento de placas solares que se extenderán a 750 alumnos, en 18 convocatorias.
El proyecto de desmantelamiento de la central térmica de Andorra tiene la singularidad de compatibilizar los trabajos de demolición con actuaciones de desarrollo de futuros parques de generación eléctrica de origen renovable en el mismo emplazamiento.
"Megaproyectos" renovables en la zona
El primero de los proyectos contemplado en el Plan Futur-e se realizará de forma simultánea a los trabajos de desmantelamiento dentro del perímetro de la planta. Se trata de un parque solar fotovoltaico de 50 megavatios (MW) de potencia, presentado ya a tramitación administrativa ante el Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del Gobierno de Aragón.
Corresponde a la primera fase del Plan Futur-e de Endesa, que se iniciará en enero de 2021 y finalizará a principios de 2022, y que contempla, además de la construcción de este parque solar en la parcela de la térmica, la construcción de un parque eólico de 49,4 MW de potencia, que se instalará en el término municipal de Ejulve (presentado también a tramitación administrativa).
La segunda fase, que prevé impulsar 235 MW de energía solar fotovoltaica y 54,3 MW de almacenamiento en baterías, también se instalará en gran medida dentro del perímetro de la actual central térmica. Se desarrollará a lo largo de 15 meses, entre marzo de 2022 y junio de 2023, y coincidirá con los trabajos de desmantelamiento.
En la tercera y última fase, que se iniciaría en mayo de 2023 y finalizaría a principios de 2026, se construirían 1.300 MW de potencia fotovoltaica, 90 MW de energía eólica y 105 MW de almacenamiento en baterías. La potencia asociada a estas fases se construiría en terrenos de los términos municipales de Andorra, Alcorisa, Alcañiz, Calanda e Híjar.
Para las dos primeras fases, Endesa ya posee punto de conexión, mientras que la tercera fase --de 1.390 MW--, depende de la asignación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica de la capacidad de evacuación de la central térmica de Andorra.
La central térmica dejó oficialmente de estar operativa el pasado 30 de junio. Disponía de tres grupos, cuya potencia sumaba 1.101,4 MW, que habían entrado en funcionamiento entre 1979 y 1980. Las instalaciones de la planta ocupan una superficie de 469 hectáreas, en la que se distinguen tres zonas claramente diferenciadas: un área que alberga los grupos de generación eléctrica, otra área que acoge las plantas de desulfuración y otra zona donde se ubica el parque de almacenamiento de carbones y caliza.
Economía circular
Endesa, como promotor de las actividades, aplicará un sistema de demolición selectiva, que se define como "el conjunto de operaciones realizadas de forma gradual y coordinada para el máximo aprovechamiento de los materiales que constituyen el residuo de demolición, minimizando así la fracción destinada a vertedero". Se trata, por tanto, de un objetivo muy ambicioso, teniendo en cuenta que los residuos superarán las 259.780 toneladas.
Todo ello se incluye en el compromiso de economía circular por el que apuesta la energética. Y para ello está previsto la reutilización de los residuos de hormigón. Se contará con un equipo de machaqueo con capacidad para tratar 300 toneladas por hora y que estará compuesto por una machacadora de mandíbulas, un separador magnético para la segregación de las armaduras desprendidas y un cribado para la clasificación de los hormigones triturados.