Repsol trabaja en distintas opciones tecnológicas para generar de forma competitiva hidrógeno renovable y de baja huella en carbono, como vector energético de gran potencial con utilidades en la industria, la movilidad o en el sistema eléctrico. Eso sí, reclama "un marco regulatorio adecuado" que permita el desarrollo de este tipo de proyectos y facilitar su rentabilidad.
En su último boletín de noticias, Repsol señala que uno de los retos para que el hidrógeno renovable despegue está en unos costes de producción que a día de hoy son superiores al hidrógeno convencional.
"En el caso de la producción por electrólisis, el factor más determinante es el precio de la electricidad", que supone el 70%-75% del gasto, destaca Elena Verdú, científica sénior de Desarrollo de Procesos de Repsol Technology Lab.
No obstante, Repsol estima que para que las soluciones basadas en el hidrógeno sean realmente competitivas, es "clave" contar con un marco normativo adecuado que, a partir de la Hoja de Ruta lanzada por el Gobierno este mismo mes de octubre con el objetivo de movilizar inversiones por 8.900 millones de euros en la próxima década en esta tecnología, sea capaz de facilitar el desarrollo de este tipo de proyectos y permita alcanzar los necesarios umbrales de rentabilidad.
"Solo de esta forma se podrá producir la verdadera eclosión de esta tecnología", subraya Verdú, que estima que, una vez desplegados en todas sus posibles aplicaciones, el hidrógeno renovable y el de baja huella de carbono podrían llegar a suponer entre el 10% y el 20% del consumo energético mundial".
Primer productor
En la actualidad, Repsol es el primer productor y el primer consumidor de hidrógeno en España, al contar con algunos de los centros industriales más importantes del país.
En concreto, el hidrógeno es un componente clave para sus procesos de refino, empleándose en los tratamientos de desulfuración e hidrocraqueo que mejoran el rendimiento y la calidad medioambiental de sus combustibles.
Asimismo, la electrólisis con energía eléctrica renovable será el proceso empleado para producir el hidrógeno renovable que se utilizará, junto con CO2 capturado, para elaborar los combustibles sintéticos con cero emisiones netas que la compañía fabricará en su futura planta de Bilbao.
Otra alternativa que contempla Repsol es producir hidrógeno renovable con el proceso convencional, pero cambiar la materia prima fósil por una materia de origen bio, como puede ser un biometano obtenido a partir del tratamiento de desechos biológicos, lodos de aguas residuales, residuos orgánicos domésticos e industriales o biomasa.
Otros sistemas
También se avanza en los sistemas de producción de hidrógeno renovable mediante fotoelectrocatálisis, que consiste en la conversión directa de energía solar y agua para la producción de hidrógeno.
En este camino de la fotoelectrocatálisis, que permite obtener un hidrógeno renovable competitivo y con un menor gasto energético, Repsol está desarrollando, junto a Enagás, una tecnología propia para producir hidrógeno a partir de energía solar.
En lo que se refiere a la movilidad, los combustibles sintéticos producidos con hidrógeno renovable serán esenciales para descarbonizar sectores difícilmente electrificables, como el transporte marítimo o aéreo.