La electrificación de la economía será, dentro de unos años, una realidad. Por el momento, solo el 36,8% de la energía eléctrica que se consumió en España en 2019 era de origen renovable. Sin embargo, se está viviendo una revolución que afectará a la instalación de nuevos proyectos, a los sistemas de transporte y distribución eléctricos y a los mercados.
Y de estos temas se ha debatido en el Foro El Español Presente y Futuro de la Energía en España. "Hay que electrificar los consumos energéticos con renovables para reducir las emisiones de CO2 y para revertir la curva", ha dicho Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de la asociación fotovoltaica Anpier. "Pero no se puede pretender que la potencia que va a entrar en el sistema en un plazo corto de tiempo vaya a ser muy superior a la que se ha proyectado en el PNIEC para la próxima década".
"El sistema eléctrico tiene que reformarse, se debe compensar las externalidades negativas para incluirlas en una fiscalidad verde y se tiene que permitir la incorporación de proyectos fotovoltaicos de pequeño tamaño", añade Martínez-Aroca. "Ya no hay barrera política, ni económica ni social para el desarrollo de las renovables. Ha llegado el momento de dar el paso e impulsarla definitivamente".
Fiscalidad verde
"Es cierto que hay que electrificar nuestra economía, que a veces parece que damos pasos para atrás", dice por su parte José María González Moya, director general de APPA Renovables.
Se referie a que en 2019 solo el 22,2% del total de la energía que se consumió en España procedió de electricidad renovable mientras que el resto eran combustibles fósiles. "Los objetivos del PNIEC es poco ambicioso, más aún si la Unión Europea pretende aumentar el porcentaje de reducción de las emisiones".
Y González Moya considera que es posible aumentar ese nivel de ambición. "El nivel de competitividad de renovables no lo esperaba nadie, pero ya es una realidad. Y será mejor si ese desarrollo se hace lo más competitivo y participativo posible".
También defiende un cambio en la fiscalidad. "Hay que darle un cambio a nuestro sistema económico, porque nos 'fríen' a tasas, cánones, impuestos, además de los cargos en la factura eléctrica". Y en comparación con la fiscalidad a los combustibles fósiles, "salimos muy perjudicados".
Redes eléctricas
"Es obvio que las redes eléctricas van a desempeñar un papel fundamental en la integración de las renovables porque solo pueden ser integradas así", explica Luis Villafruela Arranz, director de Regulación y Estudios para la Transición Energética de Red Eléctrica de España (REE).
"Calculamos que la red de transporte (REE) será la encargada de gestionar el 65% de la nueva capacidad eólica que se va a instalar en España en los próximos años, y el 35% de la nueva capacidad fotovoltaica".
Por todo ello, Villafruela Arranz considera que hay que aumentar la capacidad de interconexión con Europa. "España se va a convertir en un centro importante de generación renovable y por tanto, con gran capacidad de exportación".
Mercado eléctrico
Otra de las patas que van a experimentar cambios con la incorporación masiva de renovables es el mercado mayorista. De ahí que Pedro Basagoiti, director de Tecnología Innovación y Nuevos Desarrollos de OMIE, asegure que "hay que establecer mecanismos de gestión, mecanismos de flexibilidad y capacidad para que todo pueda funcionar".
La gestión de la demanda será clave en los próximos años para evitar la "canibalización" de los precios en el pool eléctrico. Hay mecanismos para evitar que una excesiva generación renovable provoque una caída de precios en el mercado.
"El empoderamiento del consumidor es fundamental, pero también el almacenamiento, tradicional y nuevas tecnologías, o el hidrógeno", puntualiza. Otra de las variables es la incorporación del vehículo eléctrico que podría aprovechar las horas de mayor generación fotovoltaica para recargar sus baterías.
"En los próximos años podríamos tener unos 130 GWh de producción solar en un día entre las 10 y las 17 horas, la franja perfecta para que el vehículo eléctrico se recargue a precios bajos", concluye.
En definitiva, quedavía toda mucho camino, falta la aprobación de normativa para impulsar la política energética que permita realizar la transición del modelo de generación fósil. Y por útlimo, aprobar el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que ya cuenta con el beneplácito de Bruselas.