Cepsa pierde 810 millones a septiembre, pero regresa al beneficio en el tercer trimestre
Como parte de sus medidas para paliar la caída del precio del crudo, la compañía destinó 500 millones a su plan de contingencia.
20 noviembre, 2020 14:37Noticias relacionadas
Cepsa registró en el tercer trimestre de 2020 un resultado bruto de explotación de 277 millones de euros, lo que supone un crecimiento respecto al trimestre anterior. De esta manera, la compañía anotó un flujo de caja operativo de 224 millones de euros, lo que supone un aumento del 159% respecto a los 86 millones de euros registrados en el segundo trimestre.
Desde la empresa de servicios energéticos aseguran que la diversificación y "fuerte nivel de integración". Esto le ha permitido lograr un beneficio neto ajustado de 31 millones de euros en los nueve primeros meses, que contrastan con los 93 millones en negativo que registró en el segundo trimestre del ejercicio.
De esta manera, apuntan que han experimentado un "desarrollo sin problemas en las operaciones del trimestre". El beneficio neto ajustado del tercer trimestre de 2020 fue de 39 millones, con unas pérdidas acumuladas en el ejercicio hasta la fecha de 810 millones de euros.
Como el resto de empresas del sector energético y de suministros, al dar a conocer los resultados relativos a los nueve primeros meses del año, Philippe Boisseau, CEO del grupo, ha asegurado estar "trabajando en una renovada y ambiciosa estrategia a largo plazo que abordará los desafíos de la transición energética".
Un plan, ha afirmado Boisseau, "supondrá un punto de inflexión para la compañía y sentará las bases para conseguir que Cepsa se sitúe en primera línea de esta transición".
Plan de contigencia
Como parte de sus medidas puestas en marcha en abril para paliar los efectos de la caída del precio del crudo, la compañía destinó 500 millones. Hasta septiembre de 2020, se han conseguido ahorrar 390 millones mediante la reducción de 100 millones en costes y 290 millones de euros en inversiones de capital.
Actualmente Cepsa trabaja en una estrategia a largo plazo para los desafíos de la transición energética. Para ello también establecerá indicadores KPI’s concretos, significativos y medibles en materia de ESG (Environmental, Social and Governance), que incluyen la reducción de las emisiones de CO2 y la huella de carbono, así como el impulso a los ecocombustibles y las energías renovables. La compañía tiene previsto anunciar su nueva estrategia durante el primer semestre de 2021.