Iberdrola pone en operación el parque eólico Puylobo, en la provincia de Zaragoza, en un tiempo récord de ocho meses durante la pandemia.
Situado en la provincia de Zaragoza -en los municipios zaragozanos de Borja y Mallén-, el proyecto cuenta con 49 MW de potencia instalada, distribuidos en 14 aerogeneradores SG 3.4-132; un modelo con una pala de 64,5 m de longitud, óptimo para emplazamientos de vientos medios y altos.
La puesta en marcha de Puylobo evitará la emisión anual a la atmósfera de 19.000 t/CO2 y parte de su producción proveerá de energía 100% renovable a los 13.500 puntos de suministro de la red propia de Vodafone en España a partir de enero, tras el acuerdo de compraventa de energía limpia a largo (PPA) suscrito entre ambas compañías.
La construcción del parque eólico ha involucrado a más de 120 profesionales y ha contado con una relevante participación local: obra civil ha sido ejecutada por empresas locales y buena parte de los componentes de los aerogeneradores -torres, nacelles, generadores, multiplicadoras y trafos- se han fabricado en Asturias, Cantabria, Soria y Burgos.
Con Puylobo, Iberdrola completa en el último año y medio la construcción de 122 megavatios (MW) renovables en Aragón, incluyendo el parque eólico El Pradillo (23 MW), en Zaragoza y en operación desde enero, y su primera fotovoltaica -Azaila, de 50 MW, que finaliza su construcción en Teruel. De esta forma, la compañía eleva a cerca de 500 los MW renovables instalados en la región.
500 MW en tramitación
Aragón es una de las regiones por las que Iberdrola ha decidido seguir invirtiendo. Tiene en tramitación cerca de 500 MW renovables. Se trata de las plantas fotovoltaicas Peñaflor, Fuendetodos y Escatrón y una instalación eólica en co-desarrollo en Pancrudo, Teruel. Todos los proyectos cuentan con acceso de conexión y análisis ambiental.
Adicionalmente, Iberdrola tiene previsto promover el desarrollo de proyectos eólicos y fotovoltaicos de 700 MW de capacidad instalada en diferentes zonas de la región.
Inversiones verdes
Iberdrola está convencida que la transición energética puede actuar como agente tractor clave en la transformación del tejido industrial y en la recuperación verde de la economía y el empleo. Para ello, la compañía ha lanzado un plan de inversión histórico de 75.000 millones de euros para el período 2020-2025, con el objetivo de duplicar su capacidad renovable y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo.
Las inversiones en España para el período se elevan a unos 14.300 millones de euros y la mitad -más de 7.000 millones de euros- irán destinadas al desarrollo de nuevos proyectos renovables, mientras que más de 4.500 millones irán dirigidos a robustecer y seguir digitalizando las redes eléctricas.
Tras veinte años promoviendo la transición energética, Iberdrola es líder en energía renovable en nuestro país, con una capacidad instalada de más de 16.700 MW renovables a septiembre de 2020; un volumen que en el mundo se eleva a más de 33.000 MW, convirtiendo a su parque de generación en uno de los más limpios del sector energético.
Con unas emisiones de CO2/kWh que son ya dos tercios inferiores a la media europea, la estrategia de inversión en energía limpia y redes llevará a Iberdrola a ser una compañía “neutra en carbono” en Europa en 2030.