La multinacional estadounidense Alcoa ya se ha dado cuenta de que está perdiendo en su intento de echar el cierre sin más a su planta de aluminio en San Ciprián (Lugo). El punto de inflexión ha sido la decisión judicial de que "se abstuviese de llevar a cabo cualquier actuación dirigida a hacer efectiva la parada de las cubas".
"A Alcoa se le han juntado en unos pocos días demasiadas malas noticias", explican fuentes sindicales a Invertia. "Judicialmente, primero la decisión del TSXG de declarar nulo el ERE planteado en la factoría al entender que hubo mala fe en la actuación de la compañía, y después la Audiencia Nacional, al admitir la querella presentada por la Confederación de Cuadros y Profesionales por el proceso de venta de las fábricas en A Coruña y Avilés".
También por la huelga indefinida de los trabajadores. "Se le acumulan los pedidos de clientes que no tienen respuesta por parte de la compañía, no les surte del material y eso hace que busquen alternativas en otras fábricas", añaden.
"Por último, tanto el Gobierno central como el autonómico están presionando para que busquen una salida que sea conveniente para todos".
Intervención de la SEPI
"Todo ello ha sido un golpe muy duro y no queda otra que buscar una solución negociada". Por eso, la dirección de Alcoa ha anunciado que vuelve a estudiar la venta de la fábrica de San Ciprián a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).
"Nos pedían que primero suspendiéramos la huelga y volviéramos a la paz social, pero si quieren vender la fábrica a la SEPI, lo lógico es que en estas negociaciones estén representantes de la entidad pública", añaden.
"Las negociaciones de venta serían en exclusiva a la SEPI y únicamente de la planta de aluminio, que prevén que duren unos nueve meses y se dividirían en tres fases. Además, estaría dispuesta a incorporar a los trabajadores afectados por el acuerdo de la mesa de sostenibilidad de febrero de 2019, así como la incorporación de trabajadores adicionales", explica UGT en un comunicado.
"Pero para ello hay que llamar a la SEPI, que debe estar en esta negociación", añade CCOO, y por eso, "vamos a consultar al gobierno, para ver qué dice de esta propuesta, aunque hace meses que ya la planteó y la compañía rechazó".
Proceso de venta
Una vez que se incorpore SEPI a esta negociación, los sindicatos proponen, por su parte, la suspensión de la huelga durante siete semanas. Pero además, normalización de la plantilla en enero de 2020 de forma inmediata, rebrascaje de las cubas que vayan parando y calendario de reuniones para informar de cómo va el proceso de venta.
Por el momento, y a falta de conocer cuál es la posición de SEPI, se ha suspendido la asamblea que había convocada para hoy, viernes. "Aunque no tenemos la seguridad de que Alcoa vaya a negociar la venta, al menos podemos constatar que se modera en algunos puntos, como el de reconocer que debe incorporar a los trabajadores y a seguir en las negociaciones", explica el responsable de CCOO, José Antonio Zan.
"Esos trabajadores son necesarios porque hay que rearrancar las cubas y cumplir con los pedidos", continúa. "Necesitamos dar una normalidad de funcionamiento a la fábrica, tener las instalaciones en condiciones, tanto por Alcoa como por el que quiera comprar la planta".
"Se puede avanzar si se dan todas estas condiciones", concluye Zan.