El veto a la opa de Naturgy no frenaría la inversión extranjera en el sector energético español
La opa del fondo IFM por el 22,69% de Naturgy está a la espera de si el Gobierno activa la protección a empresas consideradas estratégicas.
17 febrero, 2021 01:04Noticias relacionadas
La opa del fondo de pensiones australiano IFM sobre un máximo de 22,69% del capital de Naturgy pende de la decisión del Gobierno. En este momento la balanza se inclina del lado de vetar la operación y rechazar la entrada de IFM en la primera gasista de España.
Pero ¿qué efecto tendría en el apetito inversor que hay en estos momentos por el sector energético del país? En estos meses los proyectos renovables en España se han vuelto muy golosos para los fondos de inversión y también para los gigantes del petróleo.
No hay duda de que las renovables en España están de moda en los despachos de los fondos de inversión, los mercados financieros y las grandes petroleras europeas. En los últimos meses hemos asistido a la compra venta de activos millonarios que podrían generar cierta alarma sobre una posible burbuja en el sector. ¿Podría crear alarma o cierta espantada para seguir invirtiendo?
Veto por la pandemia
"Hay que ver el plano general, que se proteja una empresa considerada estratégica para el país no significa que un fondo de inversión deje de invertir en un mercado tan interesante como el de España", explica a Invertia Yann Dumont, CEO de la consultora especializada Reolum y presidente de la Asociación Española de Almacenamiento Energético.
"Saltará un 'warning' pero luego en el análisis que hagan los inversores extranjeros se ponderará esta decisión", continúa.
"A quien le podría preocupar este veto es a otros fondos que quieran hacerse con otras empresas estratégicas como Cepsa o Repsol, si hablamos del sector energético, o de otras fuera de este ámbito".
En cualquier caso, proteger a las empresas en un momento como el actual, con una crisis económica provocada por la pandemia, no solo es una idea española. En el resto de países también ocurre, e incluso antes de que llegara la Covid. Como en Portugal, en abril de 2019, cuando finalmente fracasó la opa de la empresa estatal china CTG (China Three Gorges) sobre, por lo menos, el 50% de la energética portuguesa EDP, por la oposición del Gobierno.
Y hace poco menos de un mes, el Gobierno francés vetó la compra de la cadena de supermercados Carrefour por parte de la firma de alimentación canadiense Couche-Tard.
Aún así, Dumont puntualiza: "Una cosa es lanzar una opa para hacerse con un paquete accionarial importante y otra, si te vetan, que puedas entrar con una participación menor. Si ven interesante la compañía, van a querer estar de una manera u otra, como ocurrió con CTG en EDP, que pese al veto no se fueron".
Sector renovable
El sector de las renovables en España es donde hay más movimientos. Por eso, Jordi Martínez, experto en el sector eléctrico y socio de la consultora Advanced Energy Consulting (AEC), explica a Invertia que "el entorno de alta liquidez y tipos bajos, conjuntamente con un contexto regulado más seguro y alineado con Europa, hacen que las renovables sean un foco muy importante de inversión. Un potencial veto a la opa de Naturgy no va a mover ese interés".
Además, "si es cierto que el gobierno continúa manteniendo el veto a la inversión extranjera, vamos a seguir viendo mucho apetito igualmente".
"Me parece una barbaridad que veten la operación de IFM en Naturgy", señala por su parte Luis Villar, Head of Consultancy, Policy, Regulation & Strategy en Mercados-Aries International. "Pero entre 2005 y 2007 vimos algo muy parecido con Endesa, y en su momento se vetó primero la opa de Naturgy y después la de EOn, coincidiendo con la burbuja renovable de entonces".
Más que una opa, lo que más daño ha hecho es la retroactividad que se aplicó a la retribución de esas plantas. "Creó inseguridad jurídica aunque ya se ha olvidado". Para Luis Villar, "el veto no va a tener impacto en el sector renovable. De hecho, no debería pasar nada, tanto si se sigue adelante con la opa como si se veta. IFM no viene a controlar nada, no es una amenaza, su objetivo es entrar en los mercados regulados de Naturgy, la distribución de gas y electricidad. Busca rentabilidades bajas y seguras".
"Lo único que podría entender de ese veto es para proteger a otras grandes empresas españolas", concluye el experto.