Los trabajadores de la planta que la multinacional Siemens Gamesa tiene en As Somozas (A Coruña) han aprobado, en asamblea y por unanimidad de los presentes, el acuerdo al que ha llegado dirección y representantes sindicales para aplicar un ERE extintivo y con ello el cierre de las instalaciones dedicadas a la fabricación de palas para aerogenerador.
La asamblea, desarrollada en el interior de una nave propiedad del Ayuntamiento de As Somozas, ha contado con una participación de 170 operarios de un censo de 214, votando todos ellos a favor, es decir, el 100%. No se registró ningún voto en contra, ni en blanco ni nulo.
A pesar de esta aceptación, la representación sindical, que corresponde a UGT y CCOO, ha rechazado este procedimiento, al estimar que se trata de un "proceso de deslocalización de libro".
Al mismo tiempo, han criticado "la actual legislación laboral" que les deja "atados de manos permite que actitudes y decisiones como la que ha tomado Siemens Gamesa se puedan efectivizar".
Asimismo, los representantes también han criticado el papel de las administraciones, al estimar que "no se han querido involucrar a fondo y han mirado para otro lado", después de que tanto el comité de empresa como federaciones de industria reclamasen repetidamente la convocatoria de una mesa con representantes del Gobierno.
Condiciones de acuerdo
En cuanto a las condiciones a las que han llegado los representantes sindicales con la dirección de Siemens Gamesa, el acuerdo establece como fecha para el cese de la actividad el 31 de marzo de este año, con una indemnización media de 63 días por año trabajado sin límite de mensualidades, con una indemnización mínima asegurada de 30.000 euros para cada operario, un caso que afecta a los que llevan menos años en la empresa.
También se ha acordado un plan de prejubilaciones desde los 55 y hasta los 63 años con el 70% del salario regulador hasta el 80%. Paralelamente, se ha presentado un plan de reubicaciones internas de hasta 155 puestos de trabajo, de los que 104 serán vacantes en Portugal, cuya planta está a 300 kilómetros de As Somozas. Estos empleados tendrán allí un período de cuatro meses de prueba, tiempo en el que podrán decidir acogerse al ERE en caso de que así lo deseen.
En caso de trasladarse a la planta de Vagos, contarán con el mismo salario durante cuatro meses y, a partir de esa fecha, tendrán el salario con las condiciones de Portugal, más bajo que el de As Somozas, además de una indemnización por traslado de unos 8.500 euros, pagando la empresa el alojamiento durante cuatro meses para el trabajador, así como familiares a su cargo y la mudanza.
El acuerdo también recoge la contratación de una empresa externa con el objetivo de buscar una solución industrial, ofreciendo alternativas de empleabilidad a los trabajadores afectados por el despido colectivo.
Se creará una comisión de seguimiento del ERE en la que estarán empresa y sindicatos firmantes, en la que se establece un plan de reubicación externa durante 12 meses para el 75% de los afectados. En caso de no conseguir ese objetivo, y que no sea por responsabilidad del trabajador, se ampliará el plazo hasta conseguirlo.