EDPR, filial renovable de la eléctrica portuguesa EDP, ha alcanzado un beneficio neto de 556 millones de euros a cierre de 2020, frente a los 475 millones obtenidos en 2019. A cierre del 2020, la compañía gestionaba una cartera de activos en explotación con una capacidad total de 12,2 GW, de los cuales 11,5 GW están totalmente consolidados y 669 MW lo están por el método de puesta en equivalencia (participaciones en España, Portugal, EEUU y Offshore).
En el conjunto del ejercicio, EDPR incrementó su capacidad en 1.580 MW, incluyendo los 486 MW de la adquisición del negocio de renovables de Viesgo. Durante este periodo, la compañía continuó implementando con éxito su estrategia de rotación, cerrando la venta de su participación en el parque eólico Babilonia (137 MW), de una cartera española de 237 MW, del 80% de un portafolio de 563 MW en EEUU (de los cuales 200 MW entrarán en funcionamiento en 2021) y un parque eólico Build and Transfer de 102 MW también ubicado en EEUU.
En total, a 20 de diciembre, la variación neta de la cartera consolidada de EDPR reflejaba un incremento de 806 MW.
A diciembre de 2020, EDPR contaba con una capacidad en construcción de 2,4 GW, de los cuales 1.648 MW correspondían a energía eólica terrestre, 404 MW a solar fotovoltaica y 311 MW a participaciones accionariales en proyectos eólicos marinos.
En el periodo, EDPR produjo 28,5 TWh de electricidad limpia, evitando así la emisión de 18 millones de toneladas de CO2. La electricidad producida fue un 5% inferior al año anterior, en línea con una capacidad instalada media más baja resultado de la estrategia de ventas seguida por la compañía.
Resultados financieros
EDPR registró unos ingresos totales de 1.731 millones de euros en 2020, un 5% menos resultado de los menores recursos eólicos y el efecto negativo de los tipos de cambio, que no se vieron compensados por el aumento de los precios de venta.
La partida de otros ingresos operativos ascendió a 498 millones de euros (frente a los 400 millones de euros de 2019), con una evolución anual que refleja las plusvalías de 443 millones relativas a las operaciones de venta cerradas a finales de año en EE.UU. y España, así como con las operaciones de Offshore, concretamente las participaciones vendidas a la joint venture offshore con ENGIE tal y como estaba previsto en el acuerdo firmado en enero de 2020.
Tanto el EBITDA como el EBIT se mantuvieron planos en términos interanuales. El EBITDA alcanzó los 1.655 millones de euros, mientras que el EBIT se situó en 1.054 millones de euros). Los gastos financieros netos disminuyeron en 64 millones hasta los 285 millones de euros debido a la menor deuda y al menor coste medio de la deuda en el periodo (3,5% frente al 4,0% en 2019).
A cierre de diciembre de 2020, la deuda neta de la compañía era de 3.443 millones de euros (+640 millones de euros frente a diciembre de 2019), lo que refleja, por un lado, la tesorería generada por los activos y, por otro, las inversiones realizadas en el periodo, incluida la adquisición de Viesgo Renewables y la conversión de divisas.