Iberdrola ha conseguido esquivar las consecuencias de un año marcado por la pandemia. De hecho, ha alcanzado un beneficio neto récord de 3.610,7 millones de euros en 2020, lo que representa elevar un 4,2% las ganancias de 2019.
Según la compañía, el crecimiento hubiera sido del 10%, si no se hubiera producido el impacto de la Covid-19, que fue de 238 millones de euros durante el ejercicio. En 2021, la compañía estima alcanzar un beneficio neto de entre 3.700 y 3.800 millones de euros, informó la energética.
Los progresos registrados en todas las actividades del grupo situaron su beneficio bruto de explotación (Ebitda) subyacente en 10.715 millones de euros en 2020, con un crecimiento del 8%, si se excluye el impacto de 218 millones del Covid-19 y el efecto del tipo de cambio, que fue de 487 millones de euros.
Pese al contexto complejo de la pandemia, la compañía instaló 4.000 nuevos megavatios (MW) en los últimos 12 meses -casi 3.000 MW renovables en 2020- y alcanzó los 35.000 MW de capacidad instalada renovable. Como consecuencia, las emisiones de Iberdrola se han reducido un 11% en 2020, hasta situarse en 98 grCO2/kWh y confirman su compromiso de convertirse en una compañía neutra en carbono en Europa en 2030. En 2020, sus emisiones son entre la mitad y casi tres veces inferiores a las de dos de sus principales competidores mundiales.
En 2020, Iberdrola continuó reafirmando las bases de su crecimiento futuro, aumentado su cartera de proyectos en 25 GW, hasta los 74,4 GW. La compañía cuenta ya con 17,4 GW verdes en construcción y desarrollo, de los que 8,7 GW corresponden a nuevas instalaciones solares, 4,5 GW a eólica terrestre, 2,6 GW a eólica marina, 1,2 GW a hidroeléctrica, y 400 MW a baterías.
Crecimiento de la eólica marina
Durante el ejercicio, la eólica marina se confirmó como uno de los vectores de crecimiento del grupo: cuenta con 1,3 GW instalados y la triplicará con la construcción en la actualidad de 2,6 GW, sin costes de emplazamiento. La cartera actual de esta tecnología suma 19 GW, de los que 9 GW están listos para su construcción y 10 GW previstos para su desarrollo en Suecia, Japón, Polonia e Irlanda.
Por negocios, el 75% del importe total procede de áreas reguladas (redes) y renovables, mientras que, por geografías, un 76% proviene de países con rating 'A'. La eólica marina aporta 585 millones de euros en este capítulo, tras crecer un 72%.
Las inversiones del grupo alcanzaron la cifra récord de 9.246 millones de euros en el ejercicio, un 13% más a las del ejercicio anterior. El 91% de este volumen se destinó al desarrollo de nuevos proyectos renovables y redes eléctricas para acelerar la recuperación, en línea con la estrategia del grupo.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha subrayado que el grupo ha puesto su balance "al servicio de la recuperación, con inversiones récord de más de 9.200 millones y adjudicaciones a más de 22.000 empresas por 14.000 millones de euros, las mayores de nuestra historia, para sostener 400.000 empleos en nuestros suministradores".
"En esta década, prevemos realizar inversiones por 150.000 millones de euros para triplicar nuestra capacidad renovable y duplicar nuestros activos de redes", añadió.
Dividendo, un 5% más
Este crecimiento en los resultados permite a Iberdrola proponer una retribución al accionista con cargo a 2020 de 0,42 euros por acción, un 5% más que en 2019.
Así, el consejo de administración propondrá en Junta de accionistas la aprobación de un reparto de dividendo complementario, de 0,252 euros por acción, que se sumarán a los 0,168 euros abonados en concepto de dividendo a cuenta. Para 2021, la compañía prevé la distribución de un dividendo de 0,44 euros por acción.
La compañía mejoró también las principales ratios financieras y reforzó la solidez de su balance. De esta manera, el 'cash flow' o flujo de caja operativo se situó en 8.191,6 millones de euros, tras crecer un 1,6%, y la deuda se redujo un 6,4%, hasta los 35.142 millones de euros.