La economía circular será uno de los motores fundamentales para la industria a partir del presente año, según IFS, compañía global de aplicaciones empresariales y especialista en soluciones destinadas al sector de fabricación.
La empresa asegura que muchos fabricantes ya están reevaluando sus modelos de diseño y fabricación, con el propósito de ahorrar al máximo sus recursos y reducir al mínimo su desperdicio, incluso buscando nuevas formas de reaprovechar o reciclar estos materiales sobrantes.
La firma apunta a que la pandemia mundial, su impacto sobre las cadenas de suministro y la amenaza del cambio climático, así como la escasez de recursos naturales, han sido factores determinantes que han catalizado este cambio.
Estas medidas conllevan, además de beneficios comerciales y económicos para las empresas, con gran impacto en sus cuentas de resultados, una mejor imagen y mayor reconocimiento por parte de sus clientes y accionistas.
La economía circular gana peso en el sector y presiona a las empresas para que reexaminen sus procesos comerciales no solo para mejorar la calidad y la rentabilidad, sino porque una cadena de suministro eficiente consume menos energía, utiliza menos recursos y produce menos residuos.
Las cadenas de suministro y distribución tradicionales tienen un alto coste en consumo de energía y recursos, así como de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Las nuevas medidas buscan mejorar su sostenibilidad a través de prácticas como la refabricación, una iniciativa que mueve ya en Europa 30.000 millones de euros al año y emplea a más de 190.000 personas.
"Un buen ejemplo de ello es el caso de la potente empresa textil holandesa DyeCoo, que ha desarrollado un proceso de teñido sin agua", ha explicado el vicepresidente de IFS para la industria de Fabricación, Colin Elkins.
También ha señalado que "utilizando dióxido de carbono reciclable y altamente presurizado en lugar de agua, la empresa puede producir su producto en la mitad del tiempo, utilizando una fracción de la energía de los métodos tradicionales, sin agotar los recursos hídricos".
Según IFS, en 2021 habrá una gran aceleración entre las empresas manufactureras para encontrar procesos nuevos o reinventar los existentes que les ayuden a adaptar su negocio a la economía circular.
Una tendencia que generará un efecto dominó mucho más allá del sector, en el que los consumidores y el medio ambiente se beneficiarán de bienes producidos de manera más eficiente, mientras que los proveedores de tecnología empresarial tendrán que enfrentar el desafío de crear software comercial que pueda manejar un modelo comercial circular.
El diseño para reparación, reciclaje y longevidad del producto pasarán a un primer plano de manera decisiva como factores primarios para la toma de decisiones entre los fabricantes.
"En la antigua economía lineal, los fabricantes planificaban la obsolescencia de sus productos para capitalizar un lucrativo mercado de repuestos y servicios posventa. Hoy en día, los fabricantes se mueven al por mayor hacia una economía circular que implica que construir para la longevidad es el único plan de negocios sostenible", ha explicado IFS.
Reducción de costes
"Para los fabricantes, el aumento del negocio para diseñar y fabricar con vistas al reciclaje es sólido: si una empresa puede recuperar productos viejos y reciclar fácilmente algunas o todas las materias primas, podrá reducir enormemente sus costes", ha concluido Elkins.
Como uno de los pilares de la economía circular, la remanufactura está atrayendo la atención tanto de los nuevos participantes como de los ya establecidos en el sector. En esta línea, deben abordar una visión 360º de la información sobre sus productos, componentes y materiales que lo conforman, incluso los materiales reciclados no vírgenes.
"El reciclaje tendrá un papel cada vez más vital en la economía circular y se enfrenta a una legislación cada vez más estricta. Por ejemplo, en el espacio de alimentos y bebidas, ya existe un amplio movimiento que se aleja de los plásticos de un solo uso" ha señalado Elkins, quien cree que uno de los mayores obstáculos en esta área es "la capacidad de segregación de materias primas, la recolección y la falta de control del sistema, para realizar un seguimiento de los productos devueltos para su procesamiento y reparación".