Repsol ha acordado transformar su sociedad Repsol Generación Eléctrica en sociedad anónima, un paso previo y necesario para una posible futura salida a Bolsa de este negocio.
De esta manera, la energética prosigue así con los trabajos para ajustar su estructura societaria al nuevo plan estratégico que lanzó el pasado mes de noviembre y gozar así de una mayor flexibilidad.
En concreto, la 'nueva hoja' de ruta del grupo a 2025 representa transformar la organización del grupo presidido por Antonio Brufau en cuatro áreas de negocio ('Upstream', Industrial, Cliente y Generación baja en emisiones), apoyadas por áreas corporativas y de servicio más eficientes, con el fin de incrementar la obtención de resultados y el afloramiento de valor.
De hecho, el plan estratégico plantea la entrada de socios o inversores en el área de Generación baja en emisiones, o incluso su salida a Bolsa.
Según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), este paso fue acordado el pasado 16 de marzo. Adicionalmente, se aprobó como balance de transformación el balance cerrado a 31 de diciembre de 2020, la sustitución de las participaciones sociales por acciones, en una relación de canje de una acción por cada participación social, y la modificación de los estatutos sociales para adecuarlos a la nueva forma social.
El pasado mes de febrero, con motivo de una conferencia con analistas para presentar los resultados de 2020, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, afirmó que todavía no había una decisión tomada respecto a cómo se abriría el capital de su negocio de renovables. De hecho, seguía sobre la mesa las opciones de una salida a Bolsa o la incorporación de un socio.
Entonces, el ejecutivo del grupo señaló que cada opción tenía sus "ventajas" y que estaban "analizando" todas las oportunidades, teniendo por delante un margen de 18 meses para concretar la operación.
La posible salida a Bolsa del negocio de electricidad y renovables de Repsol es una de las operaciones que ronda con fuerza en su sector donde se avecina un aluvión de saltos al mercado.
Así, junto a la petrolera, también han anunciado o estudian su salida a Bolsa compañías como Acciona, con parte de su negocio de renovables, Capital Energy, principal ganador de la subasta de renovables celebrada el pasado enero, Factorenergy o Ecoener o Opdenergy, entre otros.
Renovables de Repsol
Repsol desembarcó con fuerza en el negocio eléctrico y de renovables en 2018 con la compra de activos de Viesgo. Desde entonces, la apuesta del grupo por las energías 'verdes' y por ser protagonista en la transición energética ha sido constante, con una meta de alcanzar los 7,5 gigavatios (GW) en el año 2025 y los 15 GW en 2030.
La compañía dirigida por Josu Jon Imaz planea continuar con el crecimiento orgánico de este negocio, gracias al desarrollo de una cartera de proyectos en operación, que entre 2020 y 2025 se incrementará a un ritmo superior a 500 megavatios (MW) anuales. Entre los años 2025 y 2030, acelerará el crecimiento orgánico de su capacidad de generación con el desarrollo de proyectos que supondrán más de 1 GW anual.
Entre las iniciativas que maneja está la ampliación en 1 GW de capacidad de la central de bombeo de Aguayo, lo que será la mayor inversión de la historia de Cantabria, con unos 700 millones de euros, aproximadamente. A esto, sumará la adquisición de activos internacionales para impulsar la expansión fuera de España.
Negocio de clientes
Asimismo, Repsol también tiene abierto un proceso para dar entrada a socios en su negocio de clientes a través de la venta de una participación minoritaria.
Esta área de negocio, una de las cuatro definidas por el grupo en su plan estratégico, integra los servicios de movilidad, el negocio minorista de electricidad y gas, soluciones energéticas o las estaciones de servicio.
Recorte de empleo
Por otro lado, la energética negocia con los sindicatos un recorte en su plantilla del negocio de exploración y producción de hidrocarburos que podría afectar a unos 50 empleados.
Según informó CCOO, la propuesta inicial afectaba a un total de 73 trabajadores, aunque, tras la primera reunión del periodo de consultas, la compañía ya rebajó el número de afectados a 52.
Sin embargo, el sindicato indicó que la compañía comunicó que no tiene vacantes que ofrecer a este número de empleados y que no prevé que haya opciones de recolocación.
CCOO señaló que desde hace más de un año la empresa ha tomado iniciativas que "buscan reducir la plantilla ofreciendo un plan de bajas incentivadas y voluntarias a determinadas personas", pero que, sin embargo, en esta ocasión no se ha considerado la voluntariedad para el proceso.
Así, lamentó que la compañía haya decidido "cambiar su estrategia" para el área de exploración y producción de hidrocarburos, englobado en Repsol Exploración (REXSA). Y todo ello a pesar de las cifras del negocio, con una previsión de caja libre "que puede ser de 2.000 millones de dólares" si el barril de petróleo supera los 60 dólares, estimó el sindicato, que consideró que "se ha abandonado el pacto tácito de la voluntariedad".
Por ello, el sindicato pidió un plan de formación y recolocación para estos 50 empleados que podrían verse afectados por este ajuste. "En un grupo de 24.000 empleados, no entendemos que no sea posible", subrayó.
Negocio 'upstream'
En su plan estratégico 2021-2025, lanzado el pasado mes de noviembre, Repsol prevé pasar de los 26 países en los que estaba a 14 en este negocio de 'Upstream' en el próximo lustro.
Así, dentro de su estrategia para los próximos cinco años, la compañía enfocará este negocio áreas geográficas clave, priorizando el valor sobre el volumen y reduciendo las emisiones de su cartera de activos, que seguirá siendo objeto de una gestión activa.
En este sentido, Repsol ya ha reducido en cuatro países su presencia en actividades de exploración y producción de hidrocarburos en el mundo, con su salida recientemente de este negocio en Australia, Irak, Irlanda y Marruecos.
Asimismo, a lo largo de estos últimos años Repsol ya ha venido dando pasos en esta estrategia con la venta de activos de exploración en países como Rumanía, Angola, Namibia y Papúa Nueva Guinea, entre otros.