Sedigás, la patronal gasista, considera que el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), con el que el Gobierno prevé sacar de la tarifa eléctrica el coste de las primas renovables más antiguas (en torno a 6.500 millones anuales) y repartirlo entre todos los sectores energéticos, amenaza la "viabilidad" de la industria española.
En un manifiesto, no compartido por Endesa e Iberdrola -las dos grandes eléctricas-, Sedigás advierte de que el fondo, que fue elevado el pasado martes por el Consejo de Ministros a proyecto de ley para su remisión al Congreso de los Diputados, "afecta a la competitividad del sector industrial español". Y eso tiene un consiguiente "impacto negativo en términos de generación de riqueza y mantenimiento de puestos de trabajo directos e indirectos para sectores productivos de gran peso en nuestro tejido industrial y en un momento económico como el actual".
En este sentido, subraya que la crisis por la pandemia de la Covid-19 ha puesto de relieve "la importante de contar con una industria fuerte" para abordar la recuperación económica, algo que la implantación del FNSSE "amenaza".
Gases renovables
La patronal gasista destaca que el sector se encuentra en el proceso de invertir "cuantiosos" recursos en potenciar el desarrollo de los gases renovables y el hidrógeno. Si se hace, "generaría miles de nuevos puestos de trabajo además de contribuir a la descarbonización de la economía", y destaca su papel como tecnología de respaldo para el desarrollo de las renovables.
Sin embargo, apunta que la implantación del denominado fondo 'verde' representa un obstáculo en sus propios esfuerzos de descarbonización del sector.
"Con la implantación del FNSSE veríamos cómo la energía, considerada como un elemento estructural para garantizar la sostenibilidad económica y social y el equilibrio territorial y ambiental, se vería afectada y perjudicada", añade.
Cargar los sobrecostes
Para Sedigás, a pesar de que el fondo se presenta como un instrumento de fomento de las energías renovables, su objetivo es el de "financiar los costes asociados al régimen retributivo específico de las renovables, cogeneración y residuos (Recore)".
Y se hará "trasladando esos costes y los sobrecostes asociados a la promoción de las renovables del sector eléctrico en el pasado, sobre el resto de los vectores energéticos, especialmente al gasista, con un método de asignación de costes que agrava la situación del sector industrial".
Además, aunque el fondo prevé compensaciones para aquellos sectores industriales consumidores intensivos en electricidad y gas por los impactos del mecanismo sobre la competitividad de algunos sectores productivos, advierte de que se desconocen "aspectos cruciales". Entre ellos se incluye el alcance de las compensaciones previstas, su cálculo, su evolución en el tiempo o su regulación y posible consideración como ayudas de estado por parte de la Unión Europea.
Igualmente, señala que tampoco detalla el procedimiento de compensación, "generando incertidumbre sobre su recuperación de los sectores afectados".